La defensa del ex presidente de Estados Unidos Donald Trump abrió este viernes su turno de palabra pidiendo al Senado que rechace la acusación hecha por los demócratas por ser una “venganza política” y por ser “descaradamente inconstitucional”

“Los cargos del juicio político que están hoy ante el Senado son un acto de venganza política y son descaradamente inconstitucionales”, afirmó el abogado Michael Van Der Veen.

El ex mandatario republicano está acusado de “incitación a la insurrección” por la toma del Capitolio por sus simpatizantes el 6 de enero.

Pero, según el letrado, la convocatoria debía ser un acto pacífico.

“No se equivoquen al respecto, la gran mayoría de quienes participaron tuvieron una actitud pacífica”, indicó Van Der Veen.

El abogado señaló que “al igual que otras cazas de brujas motivadas políticamente que la izquierda ha emprendido en los últimos años, este juicio político está absolutamente divorciado de los hechos”.

“El Senado debería votar de una forma rápida y decidida para rechazarlo”, comentó la defensa.

Otros de los abogados de Trump David Schoen, había adelantado que el equipo de la defensa se tomaría “tres o cuatro horas” el viernes para exponer sus argumentos en contra de la condena por incitar a los disturbios del 6 de enero, que provocaron la muerte de cinco personas, incluyendo un policía. En total, disponen de hasta 16 horas para hacer su defensa.

Schoen no habló de la estrategia de defensa, pero los abogados de Trump han argumentado que su retórica estaba protegida por la garantía de libertad de expresión de la Primera Enmienda y que los fiscales no conectaron directamente las acciones de los atacantes con Trump.

Los fiscales demócratas concluyeron el jueves dos días de argumentos a favor de la condena de Trump, en los que dijeron que el republicano sabía lo que iba a pasar cuando exhortó a sus partidarios a marchar hacia el Capitolio mientras el Congreso se reunía para certificar la victoria electoral del demócrata Joe Biden, y que debería ser considerado responsable.

“Si vuelve a ocupar el cargo y sucede de nuevo, no tendremos a nadie a quien culpar sino a nosotros mismos”, dijo a los senadores el principal impulsor del juicio político, el representante Jamie Raskin.

La Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, acusó a Trump el 13 de enero de incitar a la insurrección, pero es poco probable que los demócratas consigan una condena en el Senado e impidan a Trump volver a presentarse a las elecciones.

La condena requiere una mayoría de dos tercios en el Senado de 100 miembros, lo que significa que al menos 17 republicanos tendrían que desafiar a Trump a pesar de su alta popularidad entre los votantes republicanos. El ex mandatario afirmó falsamente que su derrota electoral del 3 de noviembre fue resultado de un fraude generalizado.

Ninguna de las partes anunció hasta ahora la intención de llamar testigos, lo que dejó a los senadores listos para presentar sus argumentos finales y para la votación, que podría ser el sábado.