Una persistente nevasca cubrió de blanco gran parte de España, paralizando el tránsito con una inusual cantidad de nieve, cobrando al menos cuatro vidas y dejando a miles de personas atrapadas en autos o en estaciones de trenes y aeropuertos que suspendieron todas sus operaciones.
La agencia meteorológica nacional reportó que hasta las 7:00 de la mañana, la nevada en Madrid alcanzó el mayor nivel en 50 años. Más de 50 centímetros (20 pulgadas) de nieve cayeron en la capital española, de acuerdo con la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
El servicio de emergencias de la región de Andalucía recuperó los cuerpos de un hombre y una mujer cuyo vehículo fue arrastrado por un río crecido cerca de la localidad de Fuengirola. El Ministerio del Interior indicó que un hombre de 54 años también fue encontrado muerto en Madrid bajo una gran pila de nieve. Un indigente murió de hipotermia en la ciudad norteña de Zaragoza, informó la policía local.
Madrid y más de la mitad de las provincias de España permanecían bajo avisos por la tormenta Filomena la noche del sábado, siete de ellas en el máximo nivel de alerta. En la capital española, las autoridades activaron la alerta roja por primera vez desde que se adoptó el sistema hace cuatro décadas y pidieron al ejército que rescatara a los ocupantes de los vehículos atrapados en pequeñas carreteras o grandes autovías.
Sandra Morena, que quedó atrapada el viernes por la noche cuando se trasladaba a su turno de noche como guardia de seguridad en un centro comercial, llegó a casa a pie después que una unidad de emergencia del ejército la ayudó a salir ilesa el sábado por la mañana.
“Era como aproximadamente 15 minutos en coche y la verdad se me hizo eterno porque han sido 12 horas duras. Y bueno, mucho frío, sin comida, sin agua, gente llorando y la gente se ha quedado atrapada allí sin saber cuándo vamos a poder salir”, detalló Morena, de 22 años. “Es muy bonita la nieve. Pero ya te digo, cuando se pasa toda la noche enterrada bajo la nieve, es muy desagradable”.
Hasta la noche del sábado, los servicios de seguridad españoles habían rescatado a todas las personas que quedaron atrapadas en sus vehículos —más de 1.500_, indicó el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
La AEMET había advertido que en algunas regiones la nevada duraría más de 24 horas incesantemente debido a la extraña combinación de una masa de aire frío estancada sobre la Península Ibérica con la llegada de la borrasca Filomena, más cálida, desde el sur.
Se espera que la tormenta sea seguida por una severa caída de temperatura en los próximos días, de acuerdo con la agencia.
“Esta nieve se va a convertir en hielo y por tanto entraremos en una situación quizás más peligrosa de lo que tenemos ahora mismo”, advirtió José Luis Ábalos, ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
Ábalos añadió que la prioridad era ayudar a la población que lo necesitara, pero también garantizar que se mantenga la cadena de abastecimiento de alimentos y otros productos básicos.
“El temporal ha superado las previsiones más pesimistas con las que contábamos”, destacó. “La situación es grave”.
El aeropuerto internacional Adolfo Suárez Madrid-Barajas, el principal puerto de entrada y salida del país, permanecerá cerrado al menos hasta el domingo, informó Ábalos, después de que la nevada impidió que las máquinas y los operarios mantuvieran las pistas despejadas.
Todos los trenes con origen y destino en Madrid, tanto de larga distancia como de cercanías, al igual que las conexiones con el sur y el noreste de España, quedaron suspendidos, explicó Renfe, la principal operadora ferroviaria del país
La tormenta había causado graves alteraciones o el cierre de más de 650 carreteras en todo el país, según las autoridades de tráfico, que pidieron a la población que permanezca en casa y evite los desplazamientos no esenciales.
La nevada fuera de lo común también trajo imágenes insólitas para muchos madrileños. Algunos se atrevieron a salir a la calle con sus equipos de esquí y recorrieron la principal avenida comercial de Madrid, la Gran Vía, y la Puerta del Sol, y hubo hasta un trineo tirado por perros, según videos que circulaban por redes sociales.
El tiempo invernal suspendió incluso la jornada de Liga ya que algunos equipos no pudieron viajar para disputar los juegos programados. Un vuelo que llevaba al club de fútbol Athletic de Bilbao a Madrid tuvo que regresar al aeropuerto de Bilbao, mientras que el Real Madrid no pudo despegar desde Barajas para su compromiso del sábado en la noche ante Osasuna en Pamplona.
Lucía Vallés, entrenadora de un club de esquí madrileño que normalmente tiene que viajar a montañas lejanas con sus clientes, se emocionó al ver las capas blancas de nieve acumulándose literalmente en la puerta de su casa.
“Nunca, nunca me lo habría imaginado. Ha sido un regalo ¡Pero nunca me habían sacado tantas fotos!”, añadió mientras pasaba por el edificio de finales del siglo XVIII que alberga el Museo del Prado.