Ahora que se acercan los tiempos para la definición de los candidatos de los distintos partidos políticos, bien valdría la pena preguntarse y analizar si los poblanos avalan o no la reelección de sus autoridades, ya permitida en la Ley Electoral.

Porque si desde que el Poder Legislativo aprobó las reformas necesarias para permitir la reelección de los legisladores y ediles se dio una fuerte polémica, ahora que la medida ya podrá ejecutarse seguro se agudizará el debate.

Sobre todo, porque, no hay duda, no todas las actuales autoridades, ya sea legislativas o municipales, se lo merecen.

Y es que no todas trabajan y/o han hecho un buen papel como representantes.

Vamos, no todos los funcionarios que desean reelegirse han realizado gestiones a favor de los ciudadanos, de sus comunidades, de sus ciudades, estados o municipios.

Si ya de por sí la reputación e imagen de los políticos, en general, está por los suelos y muy deteriorada, imagínense si hoy quieren reelegirse sin merecerlo.

De acuerdo a la información difundida por la propia cámara baja del Congreso de la Unión, a la fecha por lo menos 448 diputados federales ya solicitaron formalmente, vía una carta de intención, su decisión de reelegirse.

Y aunque están en su derecho, porque la ley ya los faculta, bien podríamos cuestionarnos ¿verdaderamente se lo merecen?

Entre esos diputados con espíritu de reelección, por cierto, se encuentran los 22 que representan el estado de Puebla, incluido el líder de la bancada de Morena, Ignacio Mier Velazco, socio y dueño del Periódico Cambio.

Estos legisladores, a quienes sólo en su casa los conocen, son:

Morena

  1. Inés Parra Juárez
  2. Julieta Vences Valencia
  3. Beatriz Cuaxiloa Serrano
  4. Agustín Reynaldo Huerta González
  5. Ignacio Mier Velasco
  6. Alejandro Carvajal Hidalgo
  7. Alfonso Pérez Arroyo
  8. Saúl Huerta Corona
  9. David Bautista Rivera
  10. Héctor Guillermo de Jesús Jiménez y Meneses

PT

  1. Alejandro Barroso Chávez
  2. Martha Huerta Hernández
  3. Nelly Maceda

PES

  1. José Francisco Esquitín Alonso
  2. Claudia Báez Ruiz
  3. Edgar Guzmán Valdez
  4. Fernando Manzanilla Prieto
  5. Nayeli Salvatori Bojalil (PES)

PRI

  1. Eleusis Córdova Morán
  2. Lucero Saldaña Pérez

PAN

  1. Maiella Gómez Maldonado
  2. Verónica Sobrado Rodríguez

Todos ellos forman parte de la panda legislativa que quiere seguir viviendo del erario como funcionario público, como diputado, como un disque representante del pueblo.

 

Y lo mismo sucede con los 41 legisladores que forman parte del Congreso del Estado y de la LX Legislatura, encabezada por el diputado de Morena, Gabriel Biestro Medinilla, el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política.

 

La mayoría de los diputados estuvo ausente durante toda la pandemia, se olvidaron de los ciudadanos, de sus necesidades, de sus carencias, pero qué tal ahora que se acercan las campañas y las elecciones intermedias.

Ahora, de pronto, ya les nació el espíritu de preocupación por el pueblo.

A propósito, las benditas reformas estructurales, impulsadas por el ex presidente priista Enrique Peña Nieto, y aprobadas en 2014, fueron las que dieron pie a la reelección.

Y los argumentos para lograrla y hacerla toda una realidad fueron:

  1. Generar una especialización y una profesionalización en los legisladores a través del desarrollo de una carrera en el Poder Legislativo.
  2. Impulsar un mayor acercamiento entre los parlamentarios y los ciudadanos antes, durante y después de las elecciones.
  3. Fomentar un sistema de rendición de cuentas que aumente la responsabilidad política, económica y social de los senadores y los diputados.
  4. Producir mayor eficiencia y eficacia en los trabajos del Congreso de la Unión.

La modificación en el artículo 59 de la Constitución fue aprobada en la Cámara de Senadores por 81 votos a favor, 20 en contra y 1 abstención. En tanto, en la Cámara de Diputados los cambios fueron aprobados por 401 votos a favor, 64 en contra y dos abstenciones.

Aunque lo verdaderamente trascendente es que la nueva ley permite a los diputados postularse hasta por 4 ocasiones consecutivas a un mismo cargo de representación popular. Mientras que los senadores sólo lo podrán hacer una sola ocasión.

Los diputados y senadores únicamente podrán fungir como legisladores por un periodo máximo de 12 años consecutivos.

Hágame, usted, el favor.

Lo que nos faltaba, que los “levanta dedos” ahora hasta se pudieran perpetuar en el cargo.

¡Vaya desgracia! 

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