Gracias a sus aportes, la originalidad y relevancia en el campo de la educación comparada, así como por la metodología que evidenció el enfoque y trabajo empírico, la investigación de Carlos Andrés Quiñones Moreno, egresado de la Maestría en Educación Superior de la Facultad de Filosofía y Letras de la BUAP, obtuvo el premio a la Mejor Tesis de Calidad en el campo de la Educación Internacional y Comparada por parte de la Sociedad Mexicana de Educación Comparada (SOMEC).
En el marco del IV Encuentro de Educación Internacional y Comparada, este año el jurado determinó que la tesis “Bachillerato, trabajo colaborativo y construcción de saberes en el aula. Un estudio comparado en el área de español, considerando dos instituciones públicas de México y Colombia”, asesorada por el doctor Jesús Márquez Carrillo, fuera designada como el trabajo más destacado, lo que implica un reconocimiento a la calidad de la Maestría en Educación Superior de la FFyL y al compromiso de sus docentes para formar recursos humanos de excelencia.
Al respecto, el maestro Andrés Quiñones consideró que este logro no es personal, sino que es de toda la Universidad: un referente de educación de calidad en toda Latinoamérica. Asimismo, agradeció al director de tesis, el doctor Márquez Carrillo y a su comité tutorial, integrado por los doctores Edgar Gómez Bonilla y Gloria Angélica Valenzuela, por su orientación y asesoría.
“Con los profesores se dio un proceso de acompañamiento y tutoría acertado, siempre en el marco del respeto, la tolerancia y la solidaridad. Ellos siempre dieron lo mejor y ofrecieron todo su conocimiento para sacar adelante los proyectos de investigación, no sólo el mío, sino de todos los compañeros, y eso fue muy enriquecedor. Sin duda puedo decir que es un orgullo egresar de la BUAP, una institución comprometida con generar procesos de investigación rigurosos que benefician a países de la región”.
El maestro Quiñones Moreno, apasionado de la escritura, es originario de Colombia, donde cursó la carrera en Español y Literatura en la Universidad Tecnológica Pereira. Su tesis surgió de la necesidad de analizar de forma comparativa en nivel medio superior dos modelos educativos, el de México y Colombia, a través del trabajo colaborativo, el cual se concibe como una herramienta pedagógica necesaria para mejorar los procesos de enseñanza, las relaciones personales y las dinámicas de participación entre estudiantes y maestros.
Entre los resultados más significativos de esta investigación, el maestro Quiñones Moreno señaló que las diferencias se reflejan en el discurso de los alumnos y la forma en cómo llevan a cabo el trabajo colaborativo, por ejemplo, los estudiantes mexicanos consideran este aspecto desde un plano más funcional y académico, situando la acción en el aula o el trabajo que se desarrolla en clase; mientras que en Colombia el trabajo colaborativo se concibe como algo más social, es decir, contemplan aspectos como el desplazamiento, la pobreza, entre otros, que conciben como escenarios donde también hay aprendizajes significativos.
“Se podría decir que algunas de las diferencias son de carga social; en el contexto colombiano los estudiantes presentan antecedentes de problemas familiares, sociales, económicos para seguir con un óptimo desarrollo académico, no obstante, registran gran participación académica y tienen buenas expectativas. En México, los alumnos también presentan problemas de carácter familiar y social, pero no ahondan en problemas de presupuesto, lo que les facilita enfocarse o proyectar una carrera universitaria hasta nivel posgrado, algo que el estudiante colombiano observa como difícil de lograr por los elevados costos que mantienen las universidades públicas en ese país. De esta forma, el contexto mexicano ofrece mayor seguridad de continuidad a sus estudiantes”.
El trabajo colaborativo, añadió, es un enfoque pedagógico que visto desde la complejidad social se requiere para dar solución a problemas de convivencia, de aceptación, de respeto y aprendizaje. En el ámbito escolar permite que los docentes, estudiantes y directivos mantengan una línea constante de comunicación y entendimiento, además de que facilita mejorar sus relaciones y promover el compromiso de trabajo.