El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) analiza la relación entre la contaminación crónica (promedios anuales), la aguda (promedios diarios) y las muertes por covid-19. En una investigación próxima a publicarse, indica que la mortalidad por coronavirus se incrementa alrededor de 8% por cada microgramo por metro cúbico de partículas suspendidas.

Entre las urbes mexicanas más contaminadas están la CDMX, Toluca, Monterrey, Mexicali, Tula y Salamanca.

“La contaminación del aire debilita los sistemas de defensa del organismo, el sistema inmunológico. Esto provoca que enfermedades bacteriales o virales como la covid se presenten con más frecuencia y mayor gravedad. Es como si el SARS-CoV-2 llegara a las personas que tienen un sistema inmunológico debilitado, con menor capacidad de responder adecuadamente”, explicó Horacio Riojas, investigador del INSP.

“En México prácticamente ninguna ciudad o muy pocas cumplen con las normas de calidad del aire para métricas anuales. Es decir, con lo recomendado por la OMS o por las Normas Oficiales Mexicanas”, refirió.

La explicación que encontramos para esto es que la contaminación del aire lo que hace es impactar o debilitar los sistemas de defensa del organismo, el sistema inmunológico. Esto provoca que enfermedades bacteriales o virales como covid se presenten con más frecuencia y mayor gravedad. Es como si el virus SARS-CoV-2 llegara a las personas que tienen un sistema inmunológico debilitado, con menor capacidad de responder adecuadamente”, explicó Horacio Riojas, investigador del INSP.

Los resultados preliminares de la investigación, detalló, apuntan a que, en el caso de las ciudades mexicanas, los dióxidos de nitrógeno tienen una mayor influencia en la tasa de mortalidad por covid que las partículas.

“En México prácticamente ninguna ciudad o muy pocas ciudades cumplen con las normas de calidad del aire para métricas anuales. Es decir, con lo recomendado por la OMS o por las Normas Oficiales Mexicanas. Las ciudades que tienen más altos niveles de contaminación por partículas suspendidas de 2.5 micras (PM2.5) son Mexicali, Toluca, Monterrey y la Ciudad de México, pero también la zona de Tula y algunas zonas de Guanajuato, como Salamanca, tienen los problemas más importantes de contaminación del aire”, refirió.

Antes de la pandemia, la contaminación ambiental ya era un problema de salud pública. Durante 2010, México registró 20 mil 500 muertes prematuras por contaminación, según datos de The Global Burden of Disease, es decir, en promedio, dos cada hora.

Ahora, dijo Riojas, a nivel mundial se observa que las ciudades donde previamente se tenían niveles de contaminación más altos son las que tienen las tasas de mortalidad más altas por el nuevo coronavirus. Es decir, la incidencia y riesgo de morbimortalidad por covid-19 aumenta con la exposición crónica y aguda a contaminantes, particularmente a material particulado (PM2.5, PM10) y dióxido de nitrógeno.

“Ahora vemos que un problema crónico que teníamos, que es la contaminación del aire, que genera lo que nosotros llamamos muertes evitables, sobre todo en personas que tienen alguna enfermedad crónica, se viene a complicar por la  pandemia, porque los dos factores de riesgo inciden en las enfermedades respiratorias y en las enfermedades cardiovasculares. Además, hemos visto que interactúan entre ellos, así es que la contaminación contribuye a incrementar la mortalidad por covid”, insistió.

El periodo invernal suma un riesgo más

“El problema es que bajan mucho las temperaturas en diversas ciudades. De aquí a enero, febrero, se va a conjuntar el tema de bajas temperaturas, las partículas suspendidas, con la presencia del virus.

“Así que durante las siguientes semanas tendremos todos estos factores que venimos arrastrando, más este nuevo, que ponen en mayor  riesgo a las personas, sobre todo a las más vulnerables”, alertó.

Planteó que la población no debe bajar la guardia al mantener las medidas de protección contra el virus SARS-CoV-2 y tomar acciones para  disminuir la emisión de contaminantes y evitar la exposición a éstos.