Una nueva jornada de protestas en Santiago de Chile quedó marcada ayer por disturbios entre la policía y parte de los manifestantes en la céntrica Plaza Italia, epicentro de la revuelta que estalló hace un año.
Durante varias horas, los manifestantes apedrearon a las fuerzas del orden, que a su vez lanzaron gases lacrimógenos y chorros de agua con químicos.
Un fuerte dispositivo policial se desplegó con decenas de agentes antidisturbios, carros blindados, lanzaagua y lanzagases, y reprimieron a los centenares de personas que decidieron reunirse en este lugar un viernes más.
La protesta ocurrió a dos días del histórico plebiscito en el que los chilenos decidirán si redactan o no una nueva Constitución que sustituya a la heredada de la dictadura de Augusto Pinochet y señalada durante las movilizaciones antigubernamentales.