Un ataque suicida este sábado en la capital de Afganistán dejó al menos 18 muertos y 57 heridos, incluidos niños, dijo el Ministerio del Interior.

La explosión se produjo frente a un centro educativo en Dasht-e-Barchi, un barrio de mayoría chiíta en el oeste de Kabul.

El vocero del ministerio del Interior, Tariq Arian, dijo que el agresor intentó entrar al edificio, pero lo detuvieron los guardias de seguridad.

La cifra de víctimas fatales puede aumentar a medida que sus familiares buscan por los distintos hospitales a donde han transportado a los heridos.

Ningún grupo se hizo responsable de inmediato, y el Talibán negó cualquier participación en el hecho.

Cientos de sijs e hindúes huyeron de Afganistán en septiembre después que un miliciano mató a 25 miembros de esas comunidades en su lugar de oración en Kabul.

La violencia entre el Talibán y las fuerzas del gobierno ha aumentado últimamente, al mismo tiempo que representantes de los bandos en pugna inician conversaciones en Doha, Qatar, para poner fin a décadas de guerra en Afganistán.

Estados Unidos firmó un acuerdo de paz con el Talibán en febrero para abrir el camino hacia el retiro de las fuerzas estadunidenses.

Horas antes, una bomba a la vera de un camino mató a nueve personas en el este del país al estallar al paso de una miniván en la que viajaban civiles, dijo una autoridad local.

El vocero policial de la provincia de Ghazni, Ahmad Khan Sirat, dijo que otra bomba mató a dos agentes de policía al estallar al paso de la patrulla que se dirigía hacia el lugar de la primera explosión.

Las explosiones dejaron además varios heridos, dijo Sirat.

Nadie reivindicó los ataques de inmediato. El vocero de la policía provincial aseguró que el Talibán había colocado las bombas.