Con el trabajo colaborativo entre la IBERO Puebla, la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), se llevará a cabo desde la virtualidad el Congreso Latinoamericano de Biología de la Conservación Opciones sustentables: protegiendo la biodiversidad en el Antropoceno.

En rueda de prensa, la Dra. Lilia Vélez Iglesias, directora general Académica de la Universidad Jesuita, señaló que el congreso busca constituirse en un espacio para que académicos, activistas y actores sociales puedan promover acciones para revertir la degradación del medioambiente, lo cual requiere un cambio de la forma en que nos relacionamos con la naturaleza.

La pandemia nos ha alertado del riesgo en que vivimos; lo peor que podría pasarnos es que no aprovechemos esta circunstancia para hacer cambios. “La inédita situación actual debe llevarnos a reflexionar sobre la relación que los seres humanos tenemos con nuestro entorno (…) El mundo pospandemia debería ser otro o podría no ser”, reflexionó la catedrática.

Fundada el 1985, la Asociación de Biología de la Conservación (SCB) trabaja desde diferentes frentes: por un lado, el trabajo de biólogos que siguen a las especies; por otro, el desarrollo de tecnologías, ciencias sociales y mercadotecnia para la conservación de las especies. Así lo indicó el Dr. Osvaldo Eric Ramírez Bravo, profesor investigador del Instituto de Ciencias de la BUAP.

La fracción latinoamericana de la Asociación celebrará el segundo congreso en su historia; el primero fue en Trinidad y Tobago. El objetivo de esta edición es dar a conocer las alternativas de conservación, además de ser un foro de intercambio de ideas en el que se promuevan colaboraciones entre distintas disciplinas. Recordó que desde 1994 no se organiza un congreso de este tipo en nuestro país.

Entre 1970 y 2016, las poblaciones de mamíferos, anfibios, aves y reptiles disminuyeron más del 70%; en Latinoamérica, la reducción escala hasta el 94%. Para la Mtra. Susana Cruz Ramírez, académica en el Departamento de Ciencias Sociales de la IBERO Puebla, la conservación de la diversidad es de interés común para toda la humanidad, pues tiene un alto valor genético, cultural y estético.

La biodiversidad nos da bienes y servicios necesarios para la vida, desde la salud y alimentación hasta regulación climática y polinización. Advirtió que la conservación es fundamental, pero tampoco es suficiente, pues se debe impulsar un modelo donde los límites del planeta sustenten las decisiones políticas y económicas.

Alejandro Arias del Razo, profesor de la UDLAP, expresó que una parte fundamental del congreso es que académicos y estudiantes puedan presentar los resultados de sus investigaciones. Para ello, se contará con tres modalidades de socialización: exposiciones orales y rápidas de cinco minutos de duración, y carteles.

Contrario a la labor de las academias, la participación de las asociaciones civiles en la conservación de los recursos naturales ha generado muchas dudas y confusiones en la discusión pública. Así lo reconoció la MVZ. Eugenia Camargo Rivera, secretaria técnica de Motocle A.C.

Las asociaciones son parte del sector operativo a nivel público, tanto con las autoridades a través de propuestas, como con la ciudadanía mediante la formación y educación. En síntesis, buscan recordar que la biodiversidad contempla a todo lo que está vivo. “La pérdida de cada ejemplar es como la falta de un tornillo en un avión. Tenemos poco tiempo para cambiar esta situación y entrar al punto de no retorno”.

Dentro de las actividades del Segundo Congreso se ofrecerán talleres, simposios, foros y pláticas de investigadores de alto nivel que laboran en las áreas de conservación en toda América Latina. Además, se contará con secciones enfocadas a personas que están interesadas en el cuidado del medioambiente y se reconocerá a comunidades y asociaciones cuyas prácticas contribuyen a la conservación de la biodiversidad.