México llegó tardíamente al reconocimiento constitucional del derecho al voto de las mujeres y fue hasta el año de 1953 cuando alcanzó este suceso histórico, informó en un estudio María del Carmen Alanís, presidenta de la Comisión de Género, Igualdad e Inclusión en la International Women’s Forum México.

En una investigación detalló que los ideales de igualdad que acompañaron a la Revolución Francesa y a la Independencia de los Estados Unidos no estaban pensando en que las mujeres votaran para elegir a sus gobernantes, ni mucho menos en que pudieran formar parte de gobiernos.De hecho, para cuando inició el siglo pasado apenas había manifestaciones marginales de igualdad en el mundo”, relató.

Describió que Nueva Zelanda fue el primer país en el mundo que reconoció el voto femenino (1893). Le siguieron, Australia (1902) y Noruega (1906).

Rusia reconoció como derecho el voto de las mujeres hasta su revolución (1917) y Estados Unidos lo hizo en 1920. De América Latina el primer exponente fue Uruguay, en 1917.

“Fue más bien el periodo de postguerra y el arribo del paradigma de los derechos humanos lo que cambió la situación”, refirió la también académica.

A partir de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y de la Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer, precisó, vino una oleada de estados que reconocieron el voto.

“Prácticamente ya no queda país en el mundo donde ese derecho esté vetado. Inclusive Arabia Saudita incorporó en sus leyes en 2015 el derecho a que sus ciudadanas puedan votar”, señaló.

En su estudio mencionó que de América Latina el primer exponente fue Uruguay, en 1927, le siguieron Ecuador (1929) y Chile (1934). México llegaría tardíamente, lo hizo hasta 1953. El último país de la región en reconocer el derecho de las mujeres a votar fue Paraguay en 1961.

No obstante, agregó, en Guatemala las mujeres pudieron votar sin limitaciones hasta 1965, pues solo se permitía votar a las letradas, lo mismo pasó en Ecuador donde hasta 1967 se reconoció dicho derecho sin restricciones.

Recordó que en el continente americano el derecho a votar de las mujeres se reconoció formalmente por primera vez en Canadá en 1918, aunque de manera parcial.

“Estados Unidos lo hizo en 1920, Ecuador 1929, Brasil y Uruguay en 1932, Cuba en 1934, después de que hiciera lo propio México; llegó Honduras, Nicaragua, Perú en 1955 y Colombia en 1957″, precisó.

En su estudio mencionó que de América Latina el primer exponente fue Uruguay, en 1927, le siguieron Ecuador (1929) y Chile (1934). México llegaría tardíamente, lo hizo hasta 1953. El último país de la región en reconocer el derecho de las mujeres a votar fue Paraguay en 1961.

No obstante, agregó, en Guatemala las mujeres pudieron votar sin limitaciones hasta 1965, pues solo se permitía votar a las letradas, lo mismo pasó en Ecuador donde hasta 1967 se reconoció dicho derecho sin restricciones.

Recordó que en el continente americano el derecho a votar de las mujeres se reconoció formalmente por primera vez en Canadá en 1918, aunque de manera parcial.

“Estados Unidos lo hizo en 1920, Ecuador 1929, Brasil y Uruguay en 1932, Cuba en 1934, después de que hiciera lo propio México; llegó Honduras, Nicaragua, Perú en 1955 y Colombia en 1957″, precisó.

Datos de la Unión Interparlamentaria (IPU) muestran que en 2020 hay países que han aumentado considerablemente el porcentaje de mujeres en los parlamentos, como: Ruanda, Cuba, Bolivia, Emiratos Árabes Unidos, México, Nicaragua, Suecia, Granda, Andorra y Sudáfrica. En 1995, hace 25 años el porcentaje de mujeres en estos órganos de representación no era mayor a 40 por ciento, hoy el máximo es de 61 por ciento.