En esta pandemia de covid muchos médicos y enfermeras han mostrado su profesionalismo y compromiso para salvar vidas; ese heroísmo es tan grande que no nos alcanzaría el metal para hacerles estatuas a cada uno de ellos.

Taylor Pikkarainen es una de estas enfermeras valientes que hizo hasta lo imposible por salvar a uno de sus pacientes, un pequeño de dos años que necesitaba un riñón.

El pequeño tenía una insuficiencia renal y requería un nuevo riñón para sobrevivir.

Taylor apenas había conocido la historia del niño y decidió buscarlo para ser su donadora.

Así, la mujer de 27 años de edad, enfermera que había ingresado temporalmente a un hospital de Nueva Jersey para atender pacientes con covid, decidió hacer más por ayudar a lo que lo necesitan.

En entrevista para ‘Good Morning América’, la joven de 27 años contó que cuando conoció la historia del pequeño solo pensó en buscar en Internet cuáles serían los efectos de donar un riñón’.

Luego de unos días de exámenes médicos se determinó que Taylor tenía la mejor compatibilidad para Bodie entre varios posibles donantes de riñón.

Este fue uno de los primeros casos en utilizar una nueva tecnología de emparejamiento mejorada llamada “mapeo de epítopos”.

La cirugía de trasplante de riñón tuvo lugar el 9 de julio, que resultó ser el cumpleaños de Pikkarainen.