Es una pena que el gobierno de la república, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), siga sin atender -de forma efectiva- a los pacientes, a los niños, sobre todo, que padecen cáncer en el país, pero en particular en Puebla.

Y aunque la situación para las personas que sufren está grave enfermedad no es nueva sí es más aguda con los gobiernos de la 4T, toda vez que la escases de sus medicamentos se da regularmente cada tres meses, pero ahora de manera más recurrente por el Covid-19.

Por ello el reclamo lanzado ayer por el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, quien criticó la opacidad, inacción y falta de apoyo de la federación para con los pacientes de cáncer en la entidad, particularmente los niños.

Resulta muy válido el reclamo del mandatario debido a que el desabasto de medicamentos y la falta de atención a las personas enfermas de cáncer ya son el pan de cada día, pero sobre todo un grave problema que se puede desbordar.

No es posible que no existan recursos, ni mucho menos una estrategia clara y efectiva, pero sobre todo de buena voluntad, para contrarrestar este mal y, en cambio, existan recursos millonarios para la ejecución de las magnas obras de AMLO como Dos Bocas y el Tren Maya.

De a cuerdo a los especialistas en el tema, muchas de las personas con cáncer corren un mayor riesgo de contagio ante el Covid-19 debido a que tienen sus sistemas inmunológicos suprimidos.

Según la medicina, este proceso de comprobación de las células se llama inmunovigilancia. El sistema inmunológico puede estar debilitado o suprimido por ciertos tipos de cáncer, la radiación ultravioleta, medicamentos especiales para trasplantes de órganos, y el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) que causa el SIDA.

Además, los pacientes con cáncer incrementaron más el riesgo de contagio debido a que dejaron de asistir a los hospitales públicos, particularmente en la entidad donde se ha reportado apenas un 20 o 30 por ciento de ocupación en las camas de los distintos hospitales que atienden el Covid.

El cáncer es la tercera causa de muerte en México y está creciendo en dos modalidades principalmente: en el cáncer de mama y el cáncer de próstata.

Los datos más recientes, publicaos por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), revelan que tan sólo de 2010 a 2018 las defunciones relacionadas con el cáncer, o tumores malignos, pasaron de 70 mil 240 a 85 mil 754.

Mientras que las mujeres son las que registran un mayor número de decesos, toda vez que sólo en 2018 se reportaron 44 mil 164 casos, lo que representa un alza de 23.2 por ciento respecto a 2010.

El Inegi reporta que en México se diagnostican 191 mil casos de cáncer al año, de los cuales 84 mil fallecen. Estas cifras ubican a la enfermedad del cáncer como la tercera causa de mortalidad en el país y la segunda en Latinoamérica.

Recientemente, muchos padres de niños con cáncer se han manifestado en contra del gobierno federal y de sus políticas, debido a la escases de medicamentos oncológicos los cuales se terminaron desde hace mes y medio.

Actualmente, se estima que son 20 mil niños con cáncer los afectados por la pandemia del Covid-19, por el desabasto del medicamento, por la omisión del gobierno federal y sus nulos apoyos a este sector de la población, pero sobre todo a la irresponsabilidad del “Dr. Muerte”, Hugo López-Gatell Ramírez, titular de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud, en México.

La critica lanzada por parte del gobernador Barbosa al gobierno federal, por la falta de apoyo y de la distribución de medicamentos a niños con cáncer, se dio luego de la protesta de padres de familia quienes exigieron que sus hijos puedan tener acceso a tres medicamentos: Actinomicina, Ifosfamida y Citaribina.

El mandatario sostuvo que los reclamos son legítimos, por lo que anunció que el gobierno del estado ya trabaja en la obtención de tres de las 6 fórmulas que se requieren con recursos propios.

El estado, según el secretario de Salud, José Antonio Martínez García, ya pudo comprar los medicamentos: Vincristina, Etopósido y Ciclofosfamida.

¿Y el gobierno federal que carajo hará para apoyar a los niños de Puebla que padecen cáncer?

¿Son más importantes las obras de relumbrón, las cuales muchos dicen que resultan inservibles a estas alturas de la crisis por la que atraviesa el país?

¿Cuántos niños y enfermos con cáncer tienen que morir para que el gobierno federal se apiade de ellos?

¿Hasta cuándo en este país se va a atender verdaderamente lo prioritario para la supervivencia de los mexicanos?

Ahí se los dejo de tarea.

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