Los campesinos que mantienen tomadas las vías del tren en Chihuahua, acción que lleva más de un mes, pusieron como condición para liberarlas, que el estado les perfore 10 pozos y la construcción de una carretera.

Se trata de toda la comunidad de Estación Consuelo, en el municipio de Meoqui, quienes mantienen su manifestación de manera paralela con la toma de la presa La Boquilla, dentro del conflicto por el agua.

Para bloquear las vías del tren, los campesinos atravesaron maquinaria agrícola y tractores, echaron toneladas de tierra sobre los rieles, y en algunos tramos quemaron los durmientes.

Uno de los campesinos de la región, Saúl García, dijo que por años han solicitado estas obras, pero nunca les ha hecho caso el gobierno estatal, por lo que decidieron bloquear de manera permanente las vías.

Los pozos servirían para dotar de agua potable a la población y la carretera de aproximadamente 10 kilómetros para comunicar varias comunidades del municipio de Meoqui, para poder comercializar sus cosechas.

Dijo que el agua que toman los grandes productores de nuez, ha dejado a la población sin agua potable.

Lamentó que hasta el momento el gobierno estatal no les haya resuelto el problema ni sus peticiones, mucho menos han intentado negociar.

Aseguró que este movimiento es paralelo a la toma de la presa La Boquilla, por lo que se incluyen las demandas de justicia para Jessica y la liberación de tres campesinos detenidos, quienes amenazaron a los elementos de la Guardia Nacional de lanzarles granadas de gas lacrimógeno, lo que posteriormente generó los disparos de los militares en contra de los productores donde murió la mujer.

El presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Felipe de Javier Peña, dijo que las pérdidas por el bloqueo son de 450 millones de pesos diarios, y el bloqueo de las vías lleva más de 50 días.

Al respecto, el gobernador Javier Corral Jurado anunció que ya se levantan denuncias contra varios de los líderes campesinos por los daños ocasionados a la economía.

En cuanto a la toma y destrucción de las instalaciones en la presa La Boquilla, los campesinos anunciaron que no la dejarán.