La primavera que inició en Australia el pasado 1 de septiembre y concluye el 30 de noviembre, trae malos recuerdos a la población, luego del infierno que se vivió el año pasado por la ola de incendios que arrasaron con más de 10 millones de hectáreas, casi la superficie total del estado de Oaxaca.
El fuego provocó la muerte de más 1.2 millones de animales, entre canguros, koalas y cacatúas, así como la devastación de miles de hogares y negocios.
La gente tiene temor que ante el clima seco y las temperaturas cada vez más extremas, se vaya a presentar una temporada de incendios tan poderosa como la 2019.
Los bosques que alguna vez fueron verdes y frondosos, ahora lucen sin vegetación, con árboles muertos y ausencia de ejemplares de vida silvestre.
Una usuaria de Twitter de origen venezolano que vive en Australia y de nombre Blanca Ochoa, subió el pasado 12 de septiembre, un video que grabó mientras circulaba por una carretera a lado de un bosque, donde todavía se pueden observar los daños que dejó el fuego; cientos y cientos de árboles quemados sin follaje.
“Para los que se preguntan cómo se ve actualmente uno de los bosques afectados por los incendios en Australia, casi 9 meses después”, escribió.
De acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la crisis climática no causa los incendios forestales pero sí los hace cada vez más intensos y frecuentes, por lo que es necesario reducir la emisión de gases de efecto invernadero para detener el avance del calentamiento global y sus consecuencias mortales para el ser humano y la naturaleza.