Este lunes inicia la semana epidemiológica 42 y el estado de Guerrero se encuentra a punto de regresar a semáforo rojo por el aumento de contagios de covid-19, lo que significaría el cierre de las actividades económicas en el estado, principalmente el cierre de playas para los destinos turísticos, situación que muchos atribuyen a un mal manejo de la pandemia por parte del gobierno de Héctor Astudillo.
En los primeros días de septiembre, al cambiar a semáforo amarillo y al autorizarse un mayor aforo en hoteles, restaurantes y el poder abrir los centros nocturnos y bares, provocó más turistas y toda la gente en la calle, esto se reflejó en una gran cantidad de contagios, pues al parecer la gente creyó que la situación estaba controlada.
Los hoteleros pasaron de un aforo en sus ocupaciones del 40% al 60% y cuando el gobierno de Héctor Astudillo anunció un regreso al semáforo naranja, el presidente de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco, José Luis Smithers Jiménez, se rebeló, asegurando que no permitirían una baja de sus ocupaciones, pues ellos estaban cumpliendo con todos los protocolos que se les habían solicitado.
El representante de los hoteleros de Acapulco señaló que el gobierno estatal debe de poner más atención en las colonias, las fondas, el transporte.
“No es justo que paguemos justos por pecadores, nosotros (los hoteleros) hemos atendido las medidas sanitarias, además de que al cambiar a semáforo amarillo, varios hoteles estaban aumentando el número de reservaciones y bajar los aforos significaría cancelarlas”, comentó.
En Acapulco se ha tenido muchos problemas con los bares, pues a pesar de que se encontraba limitado el aforo a un 50 % de su capacidad, al momento de realizar operativos por parte de las autoridades de Protección Civil y Salud, muchos de ellos se encontraban al 100 % de su capacidad.
La falta de control por parte de las autoridades provocó que esta situación se presentara todos los fines de semana en la mayoría de los bares.
El cambio de semáforo fue por la presión económica que se tenía, debido a todos los meses que estuvo cerradas las playas desde el mes de abril y la gente sin ingresos, había descontento entre la población por la falta de empleos e ingresos.
Se decidió que a partir del mes de septiembre, Guerrero pasara de semáforo naranja a amarillo. Esta decisión se respaldó argumentando que había más cantidad de camas covid para utilizarlas de ser necesario. Sin embargo, los controles que establecieron las autoridades estatales para controlar los contagios no han funcionado.
En la conferencia de prensa de este domingo, se dio a conocer que los contagios y hospitalización siguen a la alza, hasta el momento se reportan 20,499 personas contagiadas en Guerrero, 2,069 personas han muerto, la mayoría de ellos mayores de 60 años, pero también hay jóvenes; 82 casos nuevos en las últimas 24 horas.
En las últimas horas se reportan 37, 323 estudios realizados, de las pruebas que se realizan de covid-19 en este momento el 49 % resultan positivos.
Las ciudades con mayor cantidad de contagios son Acapulco, Zihuatanejo, Chilpancingo, Tixtla y Ometepec.
La Secretaria de Salud Estatal reporta 213 hospitalizados, 111 se encuentran estables, 82 están graves con apoyo de oxígeno y 49 personas se encuentran intubadas.
En Guerrero hay 16 trabajadores del sector salud hospitalizados y su diagnóstico es grave; hasta el momento han muerto 47 trabajadores del sector salud de Guerrero.
Regresar a semáforo rojo sería cerrar la economía en las principales ciudades, el cierre de los tres destinos turísticos del estado y cerrar las playas del estado.