Más allá de todas las críticas que puedan surgir al trabajo de Claudia Rivera al frente del Ayuntamiento de Puebla, la congruencia con la que la alcaldesa capitalina se ha conducido durante estos dos años no es tela de juicio.
Y es que, Rivera Vivanco llegó a la Comuna de la Angelópolis con una agenda incluyente y progresista que a la fecha se ha cumplido al darle espacios a personas de grupos vulnerables en su gabinete municipal e impulsar proyectos y programas para los diferentes sectores de la sociedad en la Ciudad de Puebla.
Ayer en el marco del Día de Acción Global por un aborto legal y seguro, la alcaldesa estuvo una vez en el ojo del huracán por colocar una lona en la fachada del Palacio del Ayuntamiento de Puebla para pronunciarse a favor de la despenalización del aborto en Puebla con el lema “¡Qué sea ley! En mi cuerpo y en mi vida yo decido”, en alusión a la discusión que el Congreso del estado ha aplazado.
No hay que olvidar que Claudia Rivera fue la secretaria de Diversidad Sexual del Comité Ejecutivo Estatal de Morena en Puebla durante la presidencia de Gabriel Biestro, hoy líder del Legislativo local, desde la que impulsó una agenda en contra de la discriminación y a favor de los derechos de las mujeres para decidir sobre sus propios cuerpos.
Si algo no está en duda es la congruencia de la presidenta municipal, quien desde que llegó al Charlie Hall se ha dedicado a impulsar temas, desde la esfera municipal, a favor de los derechos humanos, equidad de género, sociedades de convivencia y la despenalización del aborto.
Como era de esperarse, la manta colocada en la sede del gobierno municipal de la capital desató diferentes reacciones en las redes sociales, las cuales, en su mayoría fueron positivas al aplaudir la postura progresista de Rivera Vivanco.
Evidentemente, hubo opiniones en contra, que, en su mayoría, fueron de la hipócrita oposición que representa el PAN en Puebla. Una de las personas cuyas críticas fueron demeritadas de inmediato fue la de la diputada local Mónica Rodríguez Della Vecchia, quien arremetió en contra de la edil capitalina por “imponer una ideología personal”.
Diferentes usuarios en redes sociales no tardaron en exhibir el doble discurso de la ex coordinadora parlamentaria panista, ya que la activista Natalí Hernández le recordó que ella utilizó su cargo como presidenta de la Mesa Directiva del Congreso del estado para organizar foros Pro Vida y mostrar su postura a favor de la penalización del aborto en la entidad.
Tampoco está de más recordar el dislate de su esposa, el intransitable Pablo Rodríguez Regordosa, quien en un foro realizado en el 2015 en la Escuela Libre de Derecho aseguró que las relaciones heterosexuales “eran más divertidas” para justificar su postura en contra de los matrimonios entre personas del mismo género.
Esa frase retrata a la perfección el “debate de altura” que intenta enarbolar el panismo poblano para oponerse a la agenda progresista de algunos militantes de Morena como Claudia Rivera.
Contra viento y marea, la alcaldesa poblana no pierde la brújula que la llevó al Ayuntamiento de la capital.
Sus principios incluyentes, su agenda progresista y su lucha por los derechos humanos guían a la edil que nació en el centro de la Angelópolis.
El discurso y las acciones, aunque le pese a la enana oposición del PAN, de la presidenta municipal son uno mismo.
La congruencia de Claudia Rivera no está ni estará en duda