Cada vez que el rector de la BUAP, Alfonso Esparza, emite su informe anual de labores al frente de la máxima casa de estudios del estado las especulaciones sobre su posible salto a la esfera política son más frecuentes.
Para nadie es un secreto que Esparza Ortiz es el perfil más buscado entre los partidos de oposición para convertirlo en su abanderado en la ciudad de Puebla durante los comicios intermedios del próximo año, en los que se renovará el Ayuntamiento de la capital, los 216 restantes y el Congreso local.
También es de todos sabidos los acercamientos que la lideresa del PAN Genoveva Huerta; Fernando Morales, de Movimiento Ciudadano; y hasta un grupo de priistas, han tenido con el aún director de la Benemérita poblana para convencerlo de competir por sus colores y siglas en las elecciones del 2021.
(No hay que olvidar que Alfonso Esparza, como muchas otras figuras públicas de la entidad, fueron afiliadas de manera ilegal al Partido Revolucionario Institucional cuando Pablo Fernández del Campo estuvo al frente del partido tricolor y que a la postre el padrón inflado priista se convertiría en un escándalo nacional).
Y es que el rector de la BUAP no sólo representa un perfil académico con unos porcentajes altísimos de conocimiento en la capital del estado; también es de los pocos cuadros que han logrado erigirse como una oposición seria al gobierno de Miguel Barbosa.
Ver: La sucesión de Esparza, Barbosa y Lobos BUAP
Las abiertas diferencias que el mandatario poblano tiene con Esparza por el supuesto desfalco y malas finanzas al interior de la BUAP, han colocado al ex tesorero de la universidad pública como una figura que podría aglomerar a todos los enemigos del barbosismo que ante su falta de punch y ante su enanismo mental y político no han logrado descarrilar, a la fecha, al gobierno del estado emanado de Morena.
Está de más mencionar que PAN, MC y PRI en Puebla, no existen como oposición en Puebla, pues sus dirigentes no son más que personas que buscan un beneficio personal desde sus posiciones al frente de sus partidos con el único objetivo de agandallarse las principales candidaturas de sus institutos políticos, como en el caso de Acción Nacional.
De manera inédita y fuera de su sello personal, que siempre puso a la institución universitaria por encima de cualquier disputa individual, Alfonso Esparza utilizó el que podría ser su último informe al frente de la Universidad Autónoma de Puebla para declararle ya de manera directa la guerra a Barbosa Huerta, pues el rector, sin mencionar el nombre del gobernador de Puebla, se lanzó contra el titular del Ejecutivo local con el caso Lobos BUAP.
A través de un video promocional que ya circula en redes sociales y en las principales emisoras de radio y televisión del estado, Esparza sentencia que el equipo de la jauría fue vendido a Juárez FC en medio de un fraude, por lo que acudirá a las instancias federales para recuperar al desaparecido cuadro licántropo, ya que en “Puebla la ley está al capricho de una sola persona”, en clara alusión al gobernador Barbosa.
Si el rector Esparza no piensa en convertirse en el candidato Esparza ¿por qué utiliza su último informe antes de su salida de la BUAP para lanzarse en contra del mandatario poblano?
De no precipitar su salida de la universidad para ser el abanderado de algún partido, Alfonso convertirá, de manera innecesaria, su último año de rectorato en una verdadera lucha sin cuartel con el gobierno de Miguel Barbosa, quien ya tiene preparados varios expedientes, en conjunto con la ASE, para someter al contador público con investigaciones de su patrimonio, el de su familia, y diversos temas relacionados con el uso y destino del presupuesto de la Benemérita poblana.
Conociendo bien al rector y a su grupo cercano, la actual estrategia de Esparza no resulta nada fortuito o improvisado, pues el director de la BUAP, antes de lanzarse en contra del gobernador de Puebla, tuvo que amarrar su estrategia legal y dejar sólidos y sin grietas los estados financieros de la institución para evitar una cacería que muy seguro terminará en denuncias ante la Fiscalía General del estado.
El extesorero en la era agüerista también está renunciando a que su sucesión sea un proceso terso, pues, aunque Barbosa había anticipado en entrevista con El Incorrecto, que no intervendría en la designación del siguiente rector, la realidad es que “en el amor y la guerra todo se vale”.
¿Alfonso Esparza, al fin, se dejará seducir al ‘canto de las sirenas’ para ser candidato de algún partido en las elecciones del próximo año?
¿Será el PAN, MC o PRI quien convenció al rector de la BUAP?
¿Qué le tendrá preparado el gobernador Barbosa como respuesta a la afrenta de Esparza Ortiz?
Lo que es evidente es que el próximo 8 de octubre será una de las fechas que marcará el derrotero del proceso electoral del 2021 que está a unas cuantas semanas de dar inicio de manera formal.
¿Estaremos al frente del último informe del rector Esparza o estamos viendo la precampaña del candidato Esparza?
Preguntas que a finales de año tendrás respuestas concretas.
Tic, tac, tic, tac.