Pocas veces un gobernador tiene la valentía de exhibir las bajezas con las que trabajan jueces y magistrados.

Miguel Barbosa ayer dijo públicamente lo que tantos poblanos han expresado por décadas, debido a que los delincuentes muchas veces salen libres pese a tener todas las pruebas en su contra.

Jueces y magistrados en Puebla son unos corruptos y representan lo peor del sistema de justicia penal de este país.

Bien cuestionaba el gobernador ayer, al decir que de qué sirve detener a la cuñada de El Grillo, a la esposa de El Negro o a los vendedores de alcohol adulterado si fueron liberados.

Y estos son apenas unos pocos casos, de muchos más que dejan en claro que el Tribunal Superior de Justicia se pudre de tanta corrupción  y colusión con los delincuentes.

De poco o nada servirá el trabajo de policías municipales, estatales y en parte de los ministeriales si es que los jueces liberan a los delincuentes o los magistrados los exoneran.

Apestan las oficinas de jueces y magistrados a corrupción.
Lamentablemente el sistema de justicia de Puebla está podrido y poco o nada se puede hacer ante los jueces y magistrados porque ellos mismos tapan sus porquerías.

El sistema de justicia cambiará hasta que se pueda exigir a un juez que rinda cuentas y sea realmente castigado y lo mismo para los corruptos magistrados.

Lo que hizo ayer el gobernador es digno de destacarse, pero falta que el Congreso actúe para limpiar de fondo el Poder Judicial.
Mientras no ocurra eso, la corrupción de jueces y magistrados sólo beneficiará a los delincuentes.