Uno de cada tres hogares con niñas, niños y adolescentes experimentó de mayo a julio de este año inseguridad alimentaria a causa de la pandemia por COVID-19, de acuerdo con una encuesta elaborada por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Universidad Iberoamericana (Ibero).
En la Encuesta de Seguimiento de los Efectos de la COVID-19 (ENCOVID19 Infancia), presentada este jueves, también se señala que en dicho periodo, el 41.8% de los hogares con población infantil vio una caída del 30% o más en sus ingresos.
“Los efectos (del COVID-19) amenazan el derecho a la salud, la educación, la igualdad y la protección de niñas, niños y adolescentes, particularmente en las familias con menos recursos”, dijo Christian Skoog, representante de la Unicef en México, durante la presentación de la encuesta.
Graciela Teruel, directora del Instituto de Investigaciones sobre Desarrollo Sustentable y Equidad Social (Equide), de la Ibero, enfatizó a su vez que los hogares con niños presentan una desventaja adicional ante la pandemia, en comparación con el promedio nacional
Estos hogares son los que reportan tener menor acceso a alimentos saludables, los que tienen más estrés y más impacto a su economía debido, principalmente, al desempleo y carencia de ingresos.
Tan solo en el mes de junio, y a causa de la pandemia, el 10% de los hogares con población de cero a 17 años reportó que algún miembro perdió su empleo.
El porcentaje fue más alto en mayo, cuando el 73.5% de esta población reportó que su ingreso se redujo respecto a febrero; lo cual es más alto que lo que reportan los hogares sin niños (57.9%).