La Universidad de Helsinki, Finlandia, inició en mayo, una prueba piloto para entrenar a perros para que pudieran reconocer con el olfato la enfermedad COVID-19.
Tras unas semanas, los científicos encargados del estudio se sorprendieron del éxito con la que los canes aprendieron a diferenciar las muestras de orina de pacientes infectados.
“Tenemos una sólida experiencia en el entrenamiento de perros detectores de olores relacionados con enfermedades. Fue fantástico ver cuán rápido los perros localizaron el nuevo olor”, aseguró la directora del grupo DogRisk, Anna Hielm-Björkman.
Tras los resultados de las pruebas, las autoridades han decidido introducir a 16 perros adiestrados en el aeropuerto de Helsinki-Vantaa para poder controlar la propagación del virus en el país.
“Los perros no harán ningún trabajo oficial, simplemente se acostumbrarán al lugar durante unas semanas”, afirmó Timo Aronkytö, teniente de alcalde de Salud y Servicios Sociales de Vantaa.
Agregó que cuando un perro entrenado marca a un pasajero, primero se le pedirá que se someta a una prueba voluntaria, “pero luego también debería ser posible obligarlo a realizar la prueba”.
Esta manera de detección del virus es mucho más rápida que una prueba convencional.
“Puede llevar horas transferir la muestra desde el aeropuerto a un laboratorio en Meilahti. Con las nuevas pruebas el resultado se recibe en unos 15 minutos”, aseguró Heikki Aro, director ejecutivo de Kojair Tech.
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