Es cierto que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) es todo un desastre, tanto a nivel local como nacional, y no halla cómo recobrar el camino que lo lleve de regreso al poder; sin embargo, la desbanda que sufre la generaron aquellos que lo llevaron precisamente a donde está.

Los responsables de la desgracia priista, al menos en Puebla, son los marinistas.

Así es, precisamente los que desde el fin de semana anunciaron su salida de las filas priistas, y quienes han vivido del erario gracias a su ahora ex partido político.

¿O alguien le cree a Adela Cerezo Bautista, Germán Sierra Sánchez y Juan Manuel Vega Rayet que son unos mártires del tricolor?

Quien no los conozca que los compre.

Y lo mismo aquellos que también han circulado el trascendido de su supuesta salida del PRI, como Antonio Hernández y Genis y Guillermo Deloya Cobián, otros dos marinistas arrepentidos que ante la falta de su líder moral están huérfanos y enfurecidos.

Y ese cuento de que son políticos de profesión y que quieren estar cerca de la gente a ver quién carajo se los cree.

Todo mundo sabe que Germán Sierra ha sido un gran beneficiado del PRI, que es un dinosaurio de la política, que ha sido todo en el servicio público y que tiene o tuvo negocios particulares como proveedor en el gobierno.

Uno de esos negocios: la síntesis de medios que siempre se ofreció en las distintas dependencias como el Congreso del Estado.

Y si bien Sierra Sánchez dice que decidió hace mucho no aspirar a algún otro cargo público utilizando al PRI, pues hizo muy bien porque llevaba beneficiándose del PRI desde hace 40 años.

La molestia de los tres huastecos, arrepentidos priistas, sólo es que no les tocó ni cuota, ni espacio en las candidaturas, ni mucho menos la promesa de buscar un lugar en la estructura de gobierno que aún le resta al PRI, de cara a las próximas elecciones.

Y qué decir de Juan Manuel Vega, quien es un inventó puro del marinismo y quien fue diputado federal y dirigente estatal del PRI, por ejemplo, gracias al dedo flamígero de su mentor político y hoy prófugo de la justicia, Mario Marín Torres.

¿Ya habrá olvidado Vega Rayet todos los cargos y todo el dinero que amasó en el servicio público gracias al PRI, al partido que hoy abandonó sin recato alguno?

Eso aquí y en China se llama deslealtad.

Ahora resulta que ellos fueron los que le invirtieron dinero al PRI, los que le metieron sus quintos que tenían cuando llegaron y no viceversa.

Políticos, y claro que busca chambas, tenían que ser.

Los triunfos político-electorales de los tres ex priistas arrepentidos se los deben al PRI y a los gobernantes en turno, quienes fueron los que se encargaron de colocarlos y hacerlos ganar para vivir del servicio público.

Por favor, ¿a quién quieren engañar?

Me pregunto ¿dónde estaban Germán, Adela y Juan Manuel, cuando el marinismo abusó de la periodista Lydia Cacho, por ejemplo?

¿Salieron a defender a aquella ciudadana?

¿Reprobaron el actuar del gobierno en Puebla, del marinismo?

¿Dónde estuvieron durante toda la pandemia?

¿Se preocuparon por la gente, por darle a la militancia priista algo de todo lo que les dio?

Pues no que muy preocupados por los ciudadanos, por Puebla y por el PRI.

Los tres están enojados con el diputado Javier Cacique Zárate porque no les aceptaron sus exigencias, tal como lo hizo el marinismo con el dogerismo en el pasado.

Del PRI se van tres votos, tres representantes priistas que siempre llegaron a los cargos públicos y se olvidaron de la gente.

¿Dónde están las mareas de gente, las manifestaciones masivas en contra del PRI poblano por las disposiciones de su dirigente Néstor Camarillo Medina?

El PRI poblano es un total desastre, porque ni la dirigencia estatal como la nacional atan y desatan, pero esa es otra historia.

Ya veremos a los tres huastecos en otra fuerza política porque se acercan las elecciones diciendo “si la gente me pide que los represente lo voy a hacer”.

Se dice que la salida y renuncia de estos tres priistas se debe a que existe una negociación política para golpear a la dirigencia priista y al grupo dogerista, encabezado ahora por Javier Cacique.

Vamos a ver quién tiene la razón en el futuro, y a ver si no quienes se fueron del PRI resultan unos bocones.

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