El gobernador Miguel Barbosa Huerta, reconoció que fue un fracaso, la conexión que rutas del transporte público debían mantener al Centro de Coordinación Integral, de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo del estado (C5) como un sistema de seguridad para inhibir los atracos a pasajeros a través de la colocación de botones de acertamiento y cámaras de vigilancia.

Detalló, que al poner en funcionamiento este esquema de seguridad, fue descubierto que concesionarios del transporte público en lugar iniciar un enlace directo con el C5, estos contrataron los servicios de una plataforma privada.

Es por ello, que su gobierno deberá corregir la falla, sin no antes advertir que en su gobierno el transporte público no será una “porquería”.

Cabe recordar, que a inicio de que se dio esta propuesta, concesionarios reconocieron públicamente que los equipos requeridos por la autoridad de, botón de pánico, cámaras de vigilancia, y GPS tenían un costo de hasta 30 mil pesos al mes, por lo que muchos optaron por retrasar la conexión al C5.