Llego la temporada de cerezas, ese fruto dulce con notas ácidas que le encanta a muchos y que además de su sabor contiene muchas propiedades que benefician al organismo, como prevenir el cáncer y el envejecimiento.

Las cerezas son ricas en antioxidantes que son capaces de proteger al organismo de los efectos negativos de los radicales libres y que provocan diversas enfermedades.

Esta fruta, con su color tan característico, tiene poca grasa y su aporte calórico se definiría como medio (59 calorías por 100 g). Destaca por su contenido en potasio y fibra, por lo que tiene un efecto laxante.

Es rica en vitamina C, ácido fólico, betacaroteno o provitamina A y las vitaminas B1 y B6. Además, es rica en antocianinas y ácido elágico, poderosos antioxidantes.

Cáncer y envejecimiento

Su riqueza en bioflavonoides, especialmente antocianinas, pigmentos a los que deben su color rojizo azulado, la hace una fruta aliada para evitar la degeneración celular, por lo que ayuda a reducir el riesgo de padecer cáncer, en particular el de colon.

Además, su contenido en ácido elágico refuerza sus propiedades protectoras.

Los componentes de la cereza depuran el organismo y protegen el sistema nervioso y vascular por ello puede considerarse un alimento antienvejecimiento.

Otros beneficios

La Asociación Americana contra el Alzheimer incluye a las cerezas como alimento beneficioso para la memoria por su alto contenido en antioxidantes.

Las antocianinas de esta fruta podrían activar la proteína PPAR que regula los genes responsables del metabolismo de las grasas y de la glucosa, ayudando a reducir los factores de riesgo de colesterol alto, presión arterial y diabetes.

También son ricas en potasio, un mineral que ayuda a regular la presión arterial y reducir el riesgo de hipertensión