El corazón de Ana Lucía, una niña con leucemia que tuvo que viajar a Zúrich, Suiza, para recibir un tratamiento oncológico, “no respondió”, informó Walter Rupprecht, su padre, a través de su cuenta de Twitter. Es por ello que han buscado la ayuda de las autoridades mexicanas para regresar a su país, algo que la menor de tres años deseaba.
“Ana Lucía está muriendo, el corazón no respondió y los demás órganos dejaron de funcionar. A las 15:00, hora de Suiza, será desconectada de la máquina que tiene viva. Les ruego nos ayuden a llevarla a México, ella quería regresar. Le pedimos al canciller Marcelo Ebrard nos apoye”, escribió el padre de la menor cerca de las 3:30 de la madrugada (tiempo de México) del 24 de julio.
Aunque hasta el momento no ha recibido respuesta por parte del secretario de Relaciones Exteriores, los mensajes de auxilio por parte de Rupprecht no se detuvieron ahí y también recurrió a la embajadora de México en Suiza, Cecilia Jaber, para que pudieran volver “lo más pronto posible con ella”.
Tras esta publicación, Jaber respondió: “Estimado Walter, lamento profundamente esta triste noticia. Cuenta usted con el apoyo de la Embajada en las gestiones que corresponden”.
De acuerdo con una publicación del padre, Ana Lucía fue sometida a una cirugía el jueves 23 de julio. Los únicos detalles que dio acerca de este procedimiento fue que comenzaría a las 10:00 de la mañana, tiempo de Suiza, y que duraría tres horas. Sin embargo, las últimas publicaciones sugieren que el resultado no fue favorable para la pequeña.
Ana Lucía y su padre abordaron un vuelo comercial rumbo a Zúrich el pasado 28 de enero “tristes, pero con esperanzas”, pues en ese país, la pequeña recibiría un tratamiento de quimioterapias completo, debido a que en México “las autoridades de salud nos ignoraron”, dijo su padre en un video para El Universal.
Y es que durante más de cuatro meses, el desabasto de medicamentos dejó a Ana Lucía sin fármacos fundamentales. Tiempo antes, en junio de 2019, la menor había sufrido además un shock anafiláctico después de que le suministraran un lote de mala calidad de L-Asparaginasa en un hospital de la Ciudad de México.
Por lo tanto, la falta de tratamiento para combatir el cáncer en los pacientes pediátricos, forzó a los padres a buscar una alternativa en el extranjero. Para viajar a Suiza, Walter Rupprecht y su esposa, Rosalba Contreras, vendieron sus dos autos, pidieron préstamos, organizaron rifas y recibieron donaciones.
Si bien Ana Lucía había recibido tratamiento, a pesar de la pandemia de COVID-19, el martes 14 de julio, su padre informó a través de Twitter que la menor había sufrido un infarto y pidió a los usuarios unirse a las oraciones.
“Ana Lucía está luchando por su vida, tuvo un paro cardíaco. Les pedimos nos apoyen con sus oraciones. Mil gracias”, explicó en la red social. Sin embargo, momentos antes escribió otro doloroso tuit en el que contaba que su hija se encontraba en terapia intensiva.
En la publicación denunciaba la indiferencia del gobierno de México, y señalaba al desabasto de medicamentos oncológicos como el principal culpable del dolor que durante mucho tiempo atravesó la pequeña.
“Ana Lucía se encuentra en terapia intensiva. Sufrió un choque séptico y está muy grave. El desabasto de medicamento oncológico ha sido la causa de todo este dolor físico y sufrimiento, el ser ignorados por el gobierno nos orilló a salir de México, ahora su vida está en peligro”, relató.