Hungría prohibirá a partir 14 de julio el acceso a su territorio de viajeros de países latinoamericanos, africanos, de la mayoría de los asiáticos y algunos europeos, ante el aumento de la propagación de la COVID-19 en el mundo.

“Tenemos que preservar nuestra seguridad para que el virus no entre desde el extranjero. La tasa de infección en nuestro país es baja y queremos que continúe”, dijo este domingo el jefe del gabinete del primer ministro Viktor Orban, Gergely Gulyas.

Los países africanos, latinoamericanos y asiáticos, con excepción de China y Japón, se verán afectados. En Europa, la prohibición incluye a Albania, Bosnia, Macedonia del Norte, Kosovo, Bielorrusia, Montenegro y Ucrania.

Los ciudadanos húngaros procedentes de estos países podrán volver a casa, pero tendrán que someterse a un test de diagnóstico y a una cuarentena obligatoria de dos semanas, precisó Gulyas.

Hasta este 12 de julio, Hungría había registrado 4 mil 234 casos y 595 fallecidos por COVID-19.