Es increíble y vergonzoso que la presidenta municipal de San Martín Texmelucan, Norma Layón Aaarún, esté mas preocupada en el que dirán de ella en sociedad, de su familia y de su gobierno entre la socialité texmeluquense, que en el bienestar de los ciudadanos.

Y aunque trate de evadir, como siempre, los problemas y la inseguridad que se viven en su municipio, lo cierto es que la realidad ya la rebasó desde hace mucho tiempo.

Ahora resulta que las riñas en San Martín, aunque sean balaceras que ponen en riesgo a la población, no son competencia ni de su gobierno, ni de la autoridad encargada de poner orden en San Martín.

Y aunque sean disputas, peleas, riñas, balaceras y matazones entre particulares, mientras sean pleitos casi familiares, su gobierno está al margen.

Normita Layón se hace que la virgen le habla.

Con tal de seguir nadando de muertito como funcionaria ha decidido no meterse en problemas.

Empero, de nada le sirve tratar de evadir su responsabilidad como presidenta municipal cuando los hechos, la inseguridad, el huachicol y todo el tufo de corrupción que sale de la cloaca de su gobierno es evidente y está a la vista de todos.

Que pena que la edil de San Martín se la pase como espectador, igual que lo hicieron los últimos presidentes municipales que la antecedieron, a pesar que su municipio, uno de los más importantes en Puebla comercialmente hablando, se esté cayendo.

Layón Aarún no movió un sólo dedo para cooperar en la captura de Oscar García Téllez, alias “El Loco Téllez”.

No dio ni santo, ni seña.

Dice que ni lo conocía.

¿Por qué? Sólo ella lo sabe.

Y se entiende un poco, porque si no ha querido combatir la inseguridad y la delincuencia tradicional en su región, pues mucho menos habría hecho algo para capturar a un delincuente de tanto peso.

Eso sí, si de eventos sociales se trata Normita Layón ella es la primera en llegar a la fiesta disque para darle nivel al convivio.

Que pena que la edil tampoco nunca haya descubierto, ni se haya enterado, de que en su municipio existía un “huachitúnel” de 180 metros de longitud, que era operado por Oscar García, y por el que se sustraían más de mil 265 litros diarios de Gas LP, lo que representaba para Pemex pérdidas de más de un millón 800 mil pesos.

Hágame, usted, el recochino favor.

Que raro que nunca se haya dado cuenta de tremenda excavación.

¿A Poco no resulta muy extraño?

Y más cuando se trata de un hueco localizado en la colonia La Purísima, a escasos

diez minutos de la zona Centro de Texmelucan.

¿Alguien puede creerlo?

Ojalá que el gobierno del estado y la federación echen mano y pongan orden en San Martín Texmelucan, y de paso esclarezcan por qué nadie se dio cuenta de la construcción del huachitunel, ni siquiera su presidenta municipal.

¿De qué carajo sirve tener una línea que atiende casos de violencia de género en el gobierno de Norma Layón, si todo lo demás en Texmelucan apesta y es un desastre?

Sería bueno que el Congreso del Estado y la Auditoría Superior del Estado (ASE), junto con su titular, Francisco Romero Serrano, quien anda buscando a quien sacrificar, revisen las cuentas de Norma Layón, quien, se dice, ha incurrido en una serie de inconsistencias e irregularidades en los gastos de San Martín.

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 Amenazan a foto reportero

A ver si la delegación del IMSS en Puebla, representada por flamante Dra. María Aurora Treviño García, se pone las pilas y le exige a su personal, ese que es de confianza y que regularmente no hace nada sino sólo estar en el ocio, que evite estar amedrentando gente.

Y más aún si se trata de comunicadores o fotoreporteros, quienes lo único que hacen es su trabajo para informar a los poblanos lo que sucede en torno a los hospitales, a la enfermedad del Covid-19 o Coronavirus, y en particular a la salud de los ciudadanos.

Resulta que ayer Jafet Moz, fotógrafo de los medios, capturó en su cámara un contenedor y el chiquero en que está convertido el basurero y los contenedores del Hospital de Especialidades del IMSS San José.

De inmediato le salió un sujeto al paso que lo amenazó y le dijo: “luego por qué los secuestran”.

Afortunadamente, Jafet logró fotografiar al funcionario público del IMSS que mandó a retirarlo y a amenazarlo para que todo mundo lo identifique como un represor de los medios y de los ciudadanos.

A poco no estaría mejor que también el personal de confianza del IMSS se ponga serio y a trabajar para combatir de forma más efectiva la pandemia.

Y, señora delegada, no seas cochinos en el IMSS, cuiden la salud de todos quienes laboran y acuden día a día al hospital de San José.

 

¿Qué les cuesta mantener limpia la zona de los depósitos de basura, de residuos y desechos peligrosos, si es por salud de todos?

Mi solidaridad y total apoyo a Jafet.

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