La campaña de una supuesta persecución contra Genoveva Huerta y Verónica Sobrado se resume en una sola palabra: paranoia.
Ambas se ven en el espejo de Eukid Castañón.
El otrora operador de Rafael Moreno Valle jamás pensó que pisaría la cárcel y ahí está.
Y ahí seguirá por muchos años más.
La clase política poblana sabe y recuerda que Genoveva Huerta es la líder del PAN por decisión de Rafael Moreno Valle en acuerdo con Martha Erika Alonso.
No tiene más mérito.
Y eso le pesa terriblemente al interior del PAN.
Está marcada por el morenovallismo hasta los huesos.
Y ni que decir de la diputada federal del PAN, Verónica Sobrado, cuyo cuñado está preso.
Así es.
Su cuñado es el notario de Tehuacán que recientemente fue encarcelado por falsificación de documentos.
Es uno de tantos “notarios” beneficiados por toda la corrupción y abuso de poder de Rafael Moreno Valle.
No cabe duda que el morenovallismo dejó una pésima herencia en Puebla.
Y ahí se encuentran todos los beneficiados como Eukid Castañón y Verónica Sobrado.
¿A quién quieren engañar?
Sin el mando protector de Moreno Valle y la perversidad del hoy reo, Eukid Castañón, no les queda más remedio que tirarse al piso.
Pero su marca morenovallista, no se les borrará jamás.
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