¡No hay nada que celebrar este 7 de junio!
¿Conmemorar qué, “El Día de la Libertad de Expresión?
La opresión, la ridiculización, las ofensas, las agresiones –físicas y verbales-, los asesinatos y las acusaciones contra verdaderos periodistas son el “pan nuestro de toda la vida periodística en México”, incitado desde el mismo poder político, desde las redes sociales y en muchos de los dueños de los medios de comunicación que sobajan, mal pagan y explotan –literalmente- a los comunicadores.
Hoy pese a los avances de la tecnología y la supuesta modernización y pluralidad que pregonan los políticos, se sigue practicando la línea del Presidente, del Gobernador o de los políticos que decían: “No pago para que me peguen”.
Los cual hacían los encargados de la comunicación o jefes de prensa por medio de los “convenios” donde siempre buscan maniatar la libertad de expresión y a los trabajadores de la prensa, la radio y los medios electrónicos, sean reporteros, foto reporteros, camarógrafos o conductores de medios de comunicación
Hoy muchos sobreviven con esfuerzo, con trabajo, con tesón, porque fundamentalmente los políticos piensan y se sienten omnipotentes, cuasi dioses y que se les debe reverencia, sin darse cuenta que los medios de comunicación son parte esencial de la vida pública para la intercomunicación entre gobernantes y ciudadanos.
Hoy esos políticos ofrecen lo que tienen en sus almas y sus mentes: “sólo migajas”.
La libertad de expresión contribuye a ejercer otros derechos y libertades en las que están incluidas la libertad de prensa, los derechos de reunión y de asociación, entre otros.
Es un derecho humano fundamental y básico que está contemplado en los artículos 6 y 7 de la constitución y que es necesario e inherente a la naturaleza humana.
Dueños de medios llegan a frenar a sus reporteros o en su línea editorial les prohíben que toquen a sus amigos políticos.
Por eso los trabajadores de la comunicación son ninguneados, cuando se trata de verdaderos profesionales que arriesgan su vida por cubrir el evento, por llevar la noticia, por investigar a fondo.
LOS ATAQUES A LOS PERIODISTAS Y SUS ASESINATOS
México ocupa el segundo lugar en el mundo en crímenes contra periodistas y es de los países más inseguros para ejercer la carrera, por arriba de Irak, Somalia Yemen y Siria.
México concentra el 38 % de los asesinatos en el mundo.
Articulo 19 ha documento que del año 2000 al 2020 han sido asesinados 133 periodistas, de los cuales 122 fueron hombres y 11 mujeres.
De estos se registraron 47 en el periodo de Enrique Peña Nieto –EPN- y 13 en lo que va de la administración de Andrés Manuel López Obrador –AMLO-.
Sin embargo, la Comisión Nacional de Derechos Humanos en México –CNDH- con corte al 31 de octubre de 2019 tenía contabilizados 153 periodistas asesinados en los últimos 19 años, así como 21 desaparecidos. En su documento se afirma que durante el sexenio de EPN fueron ultimados 59.
Los datos no coinciden, sin embargo, México es peligroso para el ejercicio periodístico, debido a muchos factores como son los políticos, el crimen organizado, la delincuencia, el narcotráfico y otros más.
En lo que va del 2020 suman otros 6 periodistas asesinados en nuestro país con lo que la suma según la CNDH llegó a 159 muertos (2000-2020).
Contrario a esta información, Reporteros sin Fronteras contabiliza que en 2020 van 14 asesinatos en el mundo. En México hay 3 homicidios de periodistas; En Irak suman 3; En Siria 2 y los países con 1 crimen son: Somalia, Yemen, Paraguay, Pakistan, Nigeria y Afganistan.
Pero hay más información:
Durante el periodo de la emergencia sanitaria del COVID-19 se han reportado 44 agresiones a reporteros, fotógrafos y camarógrafos, porque además desde el gobierno se ha incitado a ofender, agredir y acusar a los reporteros como adversarios del actual régimen y del gobierno federal.
Los riesgos de ejercer la profesión del periodismo cada vez son más grandes y pareciera en México, qué desde el poder, se trata de acabar con comunicadores y medios de comunicación.
¿Ustedes que opinan?