Ante la prohibición del Gobierno de Puebla del arranque de la industria automotriz en esa entidad a partir de hoy, se prevé que armadoras como GM en Ramos Arizpe se verán afectadas y con el riesgo de suspender operaciones.
Diversos proveedores de GM en Coahuila tienen plantas en suelo poblano, como Rassini, Benteler, Kiekert de México, Aksys de México, SKF de México, Federal Mogul y FTE Mexicana, las que surten a la armadora de autopartes para chasis, tren motriz, exteriores, frenos, entre otros componentes.
La planta de Ramos Arizpe había detenido el ensamble de vehículos, motores y transmisiones el 30 de marzo.
Apenas la semana pasada, la empresa, después de casi dos meses de suspensión de actividades, anunció que reiniciaría operaciones en sus complejos tanto el de manufactura de Motores y Transmisiones, como el de Ensamble
Trabajadores de Magna y la planta de Ensamble de GM en Ramos Arizpe reportaron que habían sido informados de paros técnicos ante la falta de insumos. Sin embargo al consultar a Tereso Medina, secretario general de la CTM en la entidad, dijo que hasta anoche la central obrera no había sido notificada.
La situación deriva de un decreto que el Gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta, emitió y que ya fue publicado en el Periódico Oficial de esa entidad, en el que se establece que no existen condiciones para reanudar las actividades de la industria automotriz y el ramo de la construcción, esto pese a ser consideradas como esenciales por la Federación.
La semana pasada, la industria de autopartes en México advirtió de una paralización en las cadenas de producción, si el gobierno del estado Puebla continúa con la prohibición de reabrir a partir del 1 de junio la industria en esa entidad.