Genoveva Huerta, la liliputiense dirigente panista en la aldea, actúa desde sus complejos de inferioridad y desde sus limitaciones mentales que le impiden esbozar, siquiera, una oposición de altura en contra del gobierno de Miguel Barbosa.

Sin más argumentos que las ofensas y las críticas, Huerta Villegas ha tenido que escudarse a un presentador de noticias —que no es lo mismo que un periodista— con aires de actor del Canal de las Estrellas para atacar de una manera soez y vulgar al mandatario poblano.

Tras pagar las ocho columnas de El Heraldo de México para criticar las reformas a la Ley de Educación, que puso un alto a los abusos económicos del Consorcio Universitario en contra de sus propios alumnos, ahora, la presidenta del Comité Estatal del PAN encontró en el infame Francisco Zea, conductor del noticiero matutino Imagen Noticias, a su nuevo vocero para difundir todas las fake news que se le ocurran a la huérfana del siniestro Rafael Moreno Valle.

Con una vulgaridad evidente y con la bilis escurriéndole por los poros, Zea Rojo exhibió una vez más la miseria humana que lo caracteriza al burlarse de la discapacidad de Barbosa Huerta para menospreciar su trabajo como gobernador de Puebla y criticar la nueva Ley de Educación del estado.

Francisco Zea es muy afín a burlarse de las tragedias humanas. Cómo olvidar cuando este actor frustrado, a ritmo de una canción de Maroon 5 y posando frente al espejo, comentó en sus redes sociales la horrorosa muerte de la familia LeBarón a manos del crimen organizado.

En este tipo de despiadado, Genoveva Huerta ha puesto la estrategia mediática para atacar al mandatario poblano.

La oposición de la lideresa panista pasó de enana a vulgar.

A ella, lo único que le importa es seguirse robando hasta el último centavo del CDE panista para poder comprar más casas en Quintana Roo o estrenar coches del año.

Lo que la lideresa del PAN pasa por alto es que a ella jamás se le ha criticado por sus evidentes defectos físicos y su descuidado estado de salud, a “La Jefa” Geno se le critica por el sobrepeso de su miseria; por la obesidad de su inexplicable patrimonio; por la morbidez de sus argumentos como el partido opositor en el estado, por su miopía política y por su oscura tez morenovallista.

Encabezar una oposición que se basa en los ataques por los defectos físicos de las personas o en las burlas por la discapacidad de tal o cual actor político, retrata a la perfección la falta de capacidad y la nula altura de Genoveva Huerta, quien no ha entendido que la oposición sistemática y de caricatura en la que ha convertido a Acción Nacional en Puebla al único que daña es a su mismo partido.

Por más que Huerta Villegas está siendo investigada por la Unidad de Inteligencia Financiera por amasar un patrimonio inexplicable en apenas unos años y las acciones legales que esto conlleve, no puede ser justificable y menos entendible el odio y la mezquindad con la que intenta enderezar el camino del PAN en la aldea rumbo a la elección del 2021.

Una vez más, la “Jefa” Geno tiró a la basura los esfuerzos que los verdaderos panistas han realizada a la fecha para plantarle cara a los gobiernos de Morena en Puebla, pues su presidenta estatal, con sus ataques miserables, ha logrado que la oposición albiazul no sea tomada en serio y no pase de ser vista como unos bravucones de cantina.

La que sí se mareó en un ladrillo, uno muy pequeño por cierto, que no soporta las pesadas mentiras de la lideresa panista, fue Genoveva Huerta, quien pensó que al ser impuesta por los Moreno Valle en la dirigencia estatal de Acción Nacional al fin sería respetada y reconocida al interior del partido azul.

(Huerta no tolera seguir siendo la burla de sus correligionarios tras el bochornoso episodio que protagonizó en el Mirador de Los Fuertes con un presidente de una junta auxiliar de la capital y por el que fue detenida y remitida con un juez calificador por faltas administrativas).

Esta es la miseria humana de Huerta Villegas, quien debería verse en un espejo antes de criticar a alguien por su apariencia física.

Las limitaciones naturales de la lideresa estatal del PAN cada vez son más evidentes y cada vez le causan más daño al partido y la militancia azul, la cual está más que ansiosa porque la viuda morenovallista al fin deje la dirigencia estatal.

¿Cuánto tiempo más perderá el panismo poblano para darse cuenta el daño que le sigue causado la herencia que les dejó el morenovallismo?

La obesidad mental de la “Jefa” Geno no le da para otra cosa más que para los ataques y las calumnia.

Una vez más: estos son los líderes que el PAN se merece.

¿Apoco no?