La primera ministra de Bélgica, Sophie Wilmès, fue recibida con una protesta silenciosa del personal médico de un hospital, la funcionaria visitó los hospitales Chirec-Delta y Saint-Pierre, enfocados en la atención de pacientes con COVID-19. En el último hospital el personal sanitario la recibió dándole la espalda.

Cuando la caravana de vehículos oficiales llegó al hospital Saint-Pierre, en Bruselas, alrededor de 100 enfermeros, médicos, auxiliares, personal administrativo y personal de limpieza se volteó y guardó silencio hasta que la primera ministra ingresó al inmueble.

Wilmès aseguró en redes sociales que el diálogo que sostuvo con el personal sanitario que ha enfrentado el COVID-19 fue muy importante y que durante las reuniones se habló sobre protección para ellos, la promoción de la profesión, el financiamiento de la atención médico y la carga que ha supuesto para el gremio.

El sector salud de Bélgica ha recibido con enojo un decreto que permite la contratación de personal sanitario sin ninguna experiencia para hacer frente a la sobrecarga del sistema a consecuencia de la pandemia de COVID-19.

También exigen la dispersión del ‘fondo de la capa blanca’ que para este 2020 se espera que sea de 400 millones de euros.

“La política nos está dando la espalda constantemente ante nuestros llamados de ayuda… Los equipos están por debajo del personal y las tasas de agotamiento lo demuestran. Pedimos que se revalorice el negocio y que el número de equipos se revise al alza”, dijo una enfermera a la radio RTBF.

En respuesta, la primera ministra de Bélgica aseguró que hay un “después del COVID” y que nadie puede afirmar que no entendió o sintió la angustia del personal médico cuyas dificultades aumentaron con la pandemia.