Wuhan, la ciudad china donde surgió el primer brote de coronavirus, reportó este lunes un primer foco de infecciones desde que dejó atrás la cuarentena hace un mes, lo que avivaba la preocupación sobre una nueva ola de contagios.

Las nuevas infecciones representan una advertencia para los esfuerzos por relajar las restricciones por el coronavirus en toda China, en momentos en que las empresas y las personas reanudan sus actividades normales.

Wuhan registró nuevos casos confirmados, todos ellos en un mismo complejo residencial. Uno corresponde a una mujer de 89 años que el día anterior había sido reportada como el primer caso en la ciudad en más de un mes.

“En este momento, la tarea de prevención y control de la epidemia en la ciudad es aún sumamente desafiante”, dijo en un comunicado una autoridad sanitaria de Wuhan. “Debemos contener con firmeza el riesgo de un rebrote”.

El resto de los casos detectados previamente han sido clasificados como asintomáticos: personas que dan positivo en la prueba y que son capaces de infectar a otras pero que no muestran señales clínicas de la enfermedad, como fiebre.

El número de casos asintomáticos en China se desconoce, ya que sólo aparecen en el radar de las autoridades de salud cuando dan positivo en las pruebas de coronavirus realizadas como parte de chequeos sanitarios a personas que estuvieron en contacto con pacientes de COVID-19.

China no incluye a los casos asintomáticos en su conteo general de infecciones, actualmente en 82.918, hasta que presentan señales clínicas de la enfermedad. China continental ha reportado 4.633 muertes.

Cientos casos asintomáticos en Wuhan, que fue liberada el 8 de abril de un estricto confinamiento que se extendió por meses, están siendo observados de cerca.

Las cifras de nuevos casos reportados en China desde abril ha sido baja en comparación con las miles de infecciones que se confirmaban diariamente en febrero, gracias a un estricto régimen nacional de exámenes, pruebas y cuarentenas.

El gobierno dijo el viernes que los cines, los museos y otros centros de eventos públicos empezarán a reabrir gradualmente, aunque las restricciones implican reservas obligatorias y un límite en la cantidad de visitantes.