Gabriel García Márquez, una de las plumas latinoamericanas más prolíficas y elogiadas en el siglo XX, falleció el 17 de abril de 2014, pocos días después de haber cumplido 87 años

El novelista colombiano no sólo dejó su obra extraordinaria, sino también un compendio de reflexiones sobre la vida, el amor y la literatura que merecen ser rememoradas

Gabo nació el 6 de marzo de 1927 en la ciudad de Aracataca, enclavada en el Caribe colombiano, y en la que el escritor se inspiró para crear Macondo, el paraje ficticio adonde se desarrolló Cien años de soledad, su obra más elogiada.

García Márquez murió en la ciudad de México, adonde había establecido su residencia, y sus restos descansan en Cartagena de Indias, donde vivió cuando era joven y se inició en el oficio del periodismo, y fue otro de los lugares que se vieron reflejados en su obra.

El escritor, artífice del llamado realismo mágico, fue, junto a otros grandes literatos, uno de los protagonistas del boom de la novela hispanoamericana. Considerado ampliamente como el escritor en español más popular desde Miguel de Cervantes en el siglo XVII, logró tal celebridad en el mundo de las letras que fue comparado con grandes literatos anglosajones como Mark Twain y Charles Dickens.

Además de Cien años de soledad, Gabriel García Márquez dejó otras obras clásicas como, El amor en los tiempos del cólera, El coronel no tiene quien le escriba, El otoño del patriarca y Crónica de una muerte anunciada.

Al otorgarle el Premio Nobel de Literatura en 1982, la Academia Sueca explicó que el premio se le entregó al escritor “por sus novelas e historias cortas, en las que lo fantástico y lo real son combinados en un tranquilo mundo de imaginación rica, reflejando la vida y los conflictos de un continente”.

Frases de “Gabo”

“Así somos, y nada podrá redimirnos, dijo. Un continente concebido por las heces del mundo entero sin un instante de amor: hijos de raptos, de violaciones, de tratos infames, de engaños, de enemigos con enemigos”.

“La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla”.

“No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad”.

“La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir”.

“El cuerpo humano no está hecho para los años que uno podría vivir”.

“La sabiduría nos llega cuando ya no nos sirve de nada”.

 

“Recordar es fácil para el que tiene memoria. Olvidarse es difícil para quien tiene corazón”.

“No es verdad que las personas dejen de perseguir sueños porque se hacen viejas, sino que se hacen viejas porque dejan de perseguir sus sueños”.

“La muerte no llega con la vejez, sino con el olvido”.

“Un hombre solo tiene derecho de mirar a otro hacia abajo cuando tiene que ayudarlo a levantarse”.

“El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad”.

“Es un gran sueño poder ver la vida desde la muerte”.

“El primer síntoma de la vejez es que uno empieza a parecerse a su padre”.