En medio de la pandemia, el gobierno federal no ha dado certeza a inversionistas, a empresarios nacionales, de micro y pequeñas empresas, mucho menos en los micro-micronegocios, o como diría Fox, “a los changarros” y millares de informales y personas asalariadas que se irán a medio sueldo, cuando bien les vaya.
México enfrentará una muy grave situación sanitaria, porque al quitar el Seguro Popular y entrar el INSABI se desarticulo el sistema médico nacional con la falta de medicamentos en todos los sectores, pero los más visibles, los enfermos con cáncer y en estos momentos el desabasto de insumos y equipos de protección a médicos, enfermeras y en general el personal de clínicas y hospitales.
Pero en el ámbito económico se viene una crisis más grave a la del error de diciembre de 1994.
De acuerdo al análisis del Centro de Estudios Espinosa Yglesias -CEEY-, los efectos de la pandemia de coronavirus (COVID-19) pueden sumir en la pobreza a otros 21 millones de mexicanos, cuando hoy la cifra supera los 50 millones. Lo anterior se traduciría en que más de 82 millones de personas en el país carecerían del ingreso necesario para alcanzar un mínimo de bienestar. El escenario anterior es más que posible —y podría ser peor—.
Pobreza, desempleo, aumento de la inseguridad, criminalidad, violencia.
En cuanto a la pobreza por ingresos, el reloj de la historia retrocedería casi un cuarto de siglo. El legado, no solo de la crisis, sino de quienes tomen decisiones, sería un México en la ruina social.
En todo el mundo los Presidentes han empezado a tomar medidas para tratar de frenar la enorme recesión que nos afectará y en América Latina también, sin embargo, el gobierno federal y en concreto el Presidente López Obrador ha dicho: “No vamos a bajar los impuestos, al contrario, que paguen!… Esas estrategias neoliberales ya no se usan”.
Países de la región han reconocido el desafío y se han puesto a la altura del reto que definirá una época. Chile dedicará recursos equivalentes a 4.7 % de su PIB, Brasil 2.2 %, Perú 2.1 %, Argentina 1.5 % y Colombia 1.3 %. Costa Rica declarará moratoria al pago de impuestos, y Cuba subsidiará a los trabajadores que enfermen. Ecuador aplazará tres meses el cobro de las cuotas de la seguridad social, Guatemala ya autorizó subsidios focalizados a la población pobre, y Venezuela creará un bono especial, según su registro de condiciones sociales.
Más de la mitad de los mexicanos no coinciden con López Obrador, aunque hay muchos que siguen incondicionalmente, a rabiar y hasta agresivamente.
Hoy tan sólo hay que checar el trackingPool de Consulta Mitofsky que nos muestra que en abril de 2019 lo aprobaba el 64.5 de la población. Para enero de 2020 cayó a 57.3 y en febrero de 2020 a 55.6, pero al 30 de marzo se ubica en el 49.2 %. Es decir que en un año ha bajado 15.3 %.
En fin, para México los pronósticos de varias instituciones del sector financiero son de una contracción del PIB que varía de 1.6 % hasta 7 %, con un promedio de 3.4 %. Con dicho promedio, el decrecimiento del ingreso per cápita sería de 4.5 %. Además, dada la estructura factorial identificada por INEGI, se espera una reducción del total de las remuneraciones a asalariados, formales e informales, de 1 % del PIB.
Lo anterior se combina con una caída de alrededor de 60 % en el precio internacional de la mezcla mexicana de petróleo y de 70 % en el de la gasolina. Además, el peso ha llegado a sufrir una depreciación frente al dólar de alrededor de 30 %. Esto representa, potencialmente, un efecto por demás negativo sobre las finanzas públicas, a lo que se suma una tendencia incierta de la inflación y la baja de la calificación crediticia de la deuda soberana. (Afirma el análisis de CEEY).
En medio de este panorama totalmente incierto, de nubarrones les pongo a consideración de los lectores las frases de nuestros políticos:
“Si son ricos tienen riesgo, los pobres estamos inmunes”: Barbosa
“Qué les preocupa? Si se mueren van a ver a su Dios”: Fernández Noroña
“Vacuna contra Covid-19, un plato de mole con guajolote: Barbosa
“Es mejor enfermar 100 niños que uno”: López-Gatell
“El presidente es un científico”: John Ackerman
“No tiene fuerza de contagio porque tiene fuerza moral”: López-Gatell
“El escudo contra el coronavirus es la honestidad”: López Obrador
“Hay que abrazarse”: López Obrador
“Salgan a comer con sus familias a restaurantes, a las fondas”: López Obrador
“Sería bueno que el presidente se contagiara”: López-Gatell
“Cerrar una escuela por un niño infectado no sirve, mejor me espero a que haya 10, pero si me espero a que haya 100 es mejor”: López-Gatell
“Yo les aviso cuando ya no puedan salir”: López Obrador
“Hay que regionalizar por regiones “: López Gatell
“Que se cuiden los borrachos”: Barbosa
“Me la quería comer a besos”: López Obrador
“No vamos a bajar los impuestos, al contrario, que paguen!… Esas estrategias neoliberales ya no se usan”: López Obrador
“La gente se cura sola, se contagia pero no es mortal, la vida sigue y no es necesaria una cuarentena”: Salinas Pliego.
“He tomado la decisión de bajar el precio de las gasolinas”: López Obrador
“Detente enemigo, el corazón de Jesús está conmigo”: López Obrador
“Ahora hasta quieren llevar el conteo de los muertos !…”: López Obrador
“Los conservadores son malos de malolandia”: López Obrador
“El pueblo va a curar al pueblo”: López Obrador
“Sólo morirán el 2% de los mexicanos”: López Gatell
“No nos vamos a morir de Coronavirus, nos vamos a morir de hambre “: Salinas Pliego.
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