Como buenos necrófagos, la oposición quiere que el país se desangre y que las defunciones de enfermos por el Covid-19 alcancen las cifras de España, Italia, Francia, Estados Unidos o China, para poder alimentarse de sus sobras y con ello atacar al gobierno de López Obrador

Historias de un joven reportero

Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizInc

La desmoralizada oposición, que integran el PAN y el PRI, no son más que aves carroñeras que se alimentan de las desgracias del país para atacar a los gobiernos emanados de Morena en el país y en la mayoría de estados de la República.

Tras ser defenestrados del poder en el 2018 por los excesos cometidos durante sus gobiernos en los últimos 18 años, el famoso PRIAN perdió todo rumbo y su oposición, además de desmoralizada, no alcanza la estatura necesaria para plantarle cara al presidente Andrés Manuel López Obrador, así como a sus mandatarios afines repartidos en buena parte del territorio nacional.

A la fecha, no existe un solo personaje de Acción Nacional o del Revolucionario Institucional que capitalice todos los errores, y vaya que son muchos, de López Obrador en medio de la epidemia que azota a México luego de la llegada del Covid-19 al país.

Ni un solo cuadro priista o panista es la cara visible de una oposición de altura, que se perfile para ser el gran opositor de AMLO de cara a los comicios intermedios del 2021.

Es increíble que ni en esta crisis ni con todos los hierros cometidos por Andrés Manuel exista un solo personaje que pueda enarbolar un proyecto de contraste o cambio de rumbo que sea tomado en serio a unos meses del inicio del proceso electoral que será el primer gran referéndum del lopezobradorismo en el país.

Y es que el PRI y el PAN carecen de toda calidad moral para lanzar críticas certeras sin que estas se les regresen en la cara como un escupitajo que es lanzado al cielo.

Es cierto, México carece de un capitán, quien perdió el rumbo en esta crisis, pero también el país carece de una oposición de altura que pueda derrumbar al residente del Palacio Nacional.

Por si esto fuera poco, la oposición padece una hipocresía crónica sin precedentes.

Mientras todos sus posturas públicas y publicaciones en redes sociales claman porque la epidemia del Coronavirus pase lo antes posible y que las muertes por este virus sean mínimas.

La realidad es que desean lo contrario.

Como buenos necrófagos, la oposición quiere que el país se desangre y que las defunciones de enfermos por el Covid-19 alcancen las cifras de España, Italia, Francia, Estados Unidos o China, para poder alimentarse de sus sobras y con ello atacar al gobierno de López Obrador.

 

La oposición sólo busca carne y huesos ante la falta de argumentos y un proyecto de nación sólido que pueda disentir con el que AMLO actualmente propone.

Está claro, los muertos por Coronavirus en México serán los trofeos y medallas del PAN y del PRI que presumirán en las elecciones próximas.

El panorama en la aldea no es diferente.

Con un priismo agonizando y en estado de coma desde el 2010, el panismo local es el único que apenas esboza una liliputiense oposición en el estado, pero sus liderazgos se desvanecen en el aire al estar apestados del corrupto hedor morenovallista.

Sin más capacidad que imprimir playeras o grabar videos de pésima calidad, Genoveva “La Jefa” Huerta y su séquito de enanos azules están a la espera de que la crisis de salud rebase al gobierno de Miguel Barbosa para politizar la tragedia del Covid-19 que ha cobrado miles de vidas en el mundo, pero que en Puebla apenas registró una muerte a casi un mes de cumplirse el primer caso en la entidad.

Para los desesperados panistas será culpa del estado y no de la irresponsabilidad de la gente que el Coronavirus mate a más gente en Puebla.

Para nadie sería una sorpresa que los saqueos, que en estos días aumentarán en la ciudad de Puebla y en la zona conurbada, sea una estrategia más de los morenovallistas para desestabilizar al estado.

Así operaron en el 2018.

De ese tamaño es la miseria y la hipocresía de los panistas.

Su naturaleza los traiciona.

No son más que aves carroñeras que esperan politizar la tragedia humana.

Todo indica que se quedarán durmiendo el sueño de los justos.