En la historia de Puebla, los conflictos, diferencias y pugnas entre el Gobernador y presidente municipal en turno han sido la constante, algunas diferencias más mediáticas y publicitadas que otras, pero el mandatario estatal siempre cae en la tentación de buscar controlar el ayuntamiento de Puebla y ahí nacen las diferencias entre el inquilino de Casa Puebla y el que despacha en el Charlie Hall.
Por ello el conflicto entre el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta y la presidente municipal Claudia Rivera Vivanco, no es el primero ni el último que se registre en Puebla, independientemente que sean del mismo partido político, es más, entre correligionarios la batalla por el poder es más cruenta.
Las diferencias surgieron desde que concluyó el proceso electoral en donde Rivera Vivanco obtuvo el triunfo y Barbosa Huerta perdió.
La alcaldesa electa empezó su agenda al reunirse con el entonces gobernador Antonio Gali Fayad y el presidente municipal Luis Banck, esto desató la furia de los barbosistas.
Rivera Vivanco fue criticada por no esperar a que la impugnación de Barbosa concluyera en la que se solicitaba la anulación de la elección por las irregularidades cometidas durante el proceso electoral.
Otro capítulo más en los desencuentros entre el Gobernador y la presidente municipal se registró en el primer informe de la alcaldesa, donde Barbosa Huerta la cuestionó por solapar las irregularidades de administraciones panistas y tener en su equipo a priistas y panistas.
El mandatario en la sesión de cabildo durante su intervención dijo lo siguiente: “¿Por qué este gobierno municipal no hizo saber todas las irregularidades del anterior gobierno? Es una pregunta que no ha encontrado respuesta, todavía es tiempo, yo no creo que hayan encontrado todo en orden. Allá está la Fiscalía de actos de corrupción para que presenten denuncias”.
Y la ruptura se registró hace unos días por el control de la seguridad en la capital, el Gobernador queriendo dejar en manos de Ardelio Vargas Fosado, la Secretaria de Seguridad Ciudadana y Claudia Rivera Vivanco defendiendo a su actual secretaria Lourdes Rosales, y todo será dirimido en el máximo tribunal del país, en la Suprema Corte de Justicia de la Nacional.
Hoy Barbosa Huerta ha anunciado que su gobierno asumirá el control de la seguridad en la capital poblana.
Revisemos la historia reciente en Puebla y los constantes desencuentros entre nuestras autoridades, que solo han ocasionado que sea la ciudadanía quien pague los platos rotos entre las diferencias del Gobernador y el Presidente Municipal de Puebla.
Bartlett e Hinojosa, la constante fue el enfrentamiento
En el segundo periodo de su sexenio el gobernador Manuel Bartlett Díaz tuvo que gobernar con el primer alcalde panista en la capital Gabriel Hinojosa Rivero y desde el primer momento el mandatario estatal fijó su distancia y le mostró al panista cuál era su forma de ejercer el poder.
El caso más emblemático en esta relación fue la expropiación del Paseo del Río de San Francisco, que realizó el Gobierno estatal y a la que Hinojosa Rivero se opuso y recibió como respuesta gas pimienta y golpes por parte de la Policía Estatal
Otro conflicto que escaló el escenario nacional fue la llamada “Ley Bartlett” que fue la Ley para el Federalismo Hacendario, aprobada por la mayoría priísta en el Congreso estatal, y que atenta contra la autonomía municipal, crea organismos paralelos a los ayuntamientos y un cuarto nivel de gobierno.
Cabe mencionar que esta ley proponía la creación de comités de planeación y desarrollo municipal (Coplademun), y le dan a éste órgano facultades de decidir la aplicación de los recursos derivados de participaciones del Fondo de Aportación a la Infraestructura Social Municipal y del Fondo de Aportación al Fortalecimiento de los Municipios y el Distrito Federal.
Melquiades vs Marín, mismo partido, diferente grupo y generación de políticos
La relación entre Melquiades Morales Flores y Mario Marín Torres, siempre fue por evitar el crecimiento político del primero, por el peligro que representaba para la clase gobernante en ese momento los Melquiadistas
Estos conflictos, dicen muchos, llevó a que el PRI perdiera por segunda ocasión la capital del estado con la derrota del delfín de Morales Flores que era Carlos Alberto Julián y Nácer, ya que el equipo de Marín Torres operó en contra del tricolor.
También se recuerda cómo Mario Marín perdió en el eterno conflicto limítrofe con San Andrés Cholula, con la intervención del Gobernador Melquiades Morales, quien propuso la creación de un fideicomiso que se encargue de administrar los impuestos y derechos de la franja en disputa.
Melquiades y Paredes relación entre acuerdos
En la segunda mitad de su sexenio Melquiades Morales Flores, tuvo que gobernar con el panista Luis Paredes Moctezuma , al que se le permitió realizar sus proyectos, como el paso a desnivel Juárez-Serdán y conducirse con el estilo atrabancado que fue el sello de la segunda administración panista.
Incluso Morales Flores avaló que el edil capitalino concesionara el servicio del alumbrado público, con el voto de los diputados priistas. Paredes se alzó con esa victoria al cierre de su administración con la complacencia del habitante de Casa Puebla.
Marín y Doger: la confrontación, el sello de esta relación
La relación entre el Gobernador Mario Marín Torres y el presidente municipal Enrique Doger Guerrero, siempre estuvo caracterizada por los ataques y descalificaciones de ambos, incluso desde campaña. El entonces candidato del PRI al Gobierno del estado dijo en una entrevista palabras más palabras menos, “que si por él fuera Doger no sería el candidato a la presidencia municipal, que prefería a Montero o Zavala”.
Esta afrenta se la cobró el ex rector de la BUAP, con el escándalo Lydia Cacho que marcó el sexenio de Marín y sepultó su carrera política, Doger Guerrero aprovechó este tema para un día si y el otro también, arremeter contra el entonces Gobernador.
Doger Guerrero se convirtió en el principal crítico del Gobernador, acusando al mandatario que por ese escándalo Puebla se había rezagado en muchos ámbitos y esta postura contra Marín continuó durante toda su administración.
Marín y Blanca: el menosprecio del gobernador a la primera alcaldesa
La llegada de la primera presidente municipal de Puebla, en la figura de la priista Blanca Alcalá Ruiz, abrigaba esperanzas de entendimiento y buena relación con el Gobernador en turno Mario Marín Torres, la realidad fue otra y el menosprecio y la indiferencia fueron la característica de esta relación.
Alcalá Ruiz, nunca tuvo el respaldo del gobierno del estado, Marín Torres y su equipo enfocado en terminar el sexenio de una manera digna con el escándalo Lydia Cacho a cuestas, poco o nada le importaba apoyar a la capital del estado, por ello significaba también que la figura de la presidenta municipal creciera, lo que representaba un peligro para los marinistas.
Moreno Valle y Lalo Rivera, el gobernador borró al edil
El estilo autoritario de gobernar de Rafael Moreno Valle, fue evidente en la relación con el presidente municipal Eduardo Rivera Pérez, y un alcalde que nunca le hizo frente al mandatario estatal, que terminó borrándolo durante sus tres años de gestión.
La llegada de la oposición al gobierno del estado, acompañado de un alcalde panista, podría suponer acuerdos y entendimientos entre ambas autoridades pero, fue todo lo contrario, un gobernador que despareció al presidente municipal de la ceremonia del Grito de Independencia que se realiza en el palacio Municipal.
Además, el Gobierno del Estado le retiró al Ayuntamiento de Rivera Pérez más de mil policías y después el acoso por las cuentas públicas del edil, que concluyeron en el inicio de un proceso de determinación de responsabilidades, a la amenaza de una inhabilitación y el embargo de sus bienes.
Esto ha sido parte de los desencuentros entre gobernadores y presidentes municipales, y hoy se escribe un capítulo más pero los actores ahora son los llamados gobiernos de la 4t, y nuevamente el tema seguridad es la manzana de la discordia.